KATE DEL CASTILLO: “TENGO MUCHO QUE REPROCHARLE A SEAN PENN”
LA EXTRADICIÓN DE EL CHAPO NI LE VA NI LE VIENE, PERO SÍ LE EXIGE AL PRESIDENTE PEÑA NIETO QUE NOS DEVUELVA LA DIGNIDAD COMO PAÍS. EN LA SERIE INGOBERNABLE REALIZA UNA DE SUS FANTASÍAS COMO PRIMERA DAMA: DISPARARLE A SU MARIDO.
Por Alejandro Mancilla Fotografías cortesía de Netflix
Ingobernable es la nueva apuesta de Netflix producida por Argos, en la que Kate del Castillo interpreta a una nada ortodoxa primera dama que lucha por demostrar su inocencia en un quizás no muy lejano México azotado por la corrupción, la violencia y la traición. Cualquier parecido con la realidad… ¿Usted, qué opina? (Nino Canún dixit).
“¿Para cuándo una portada en Playboy?”, me exige Kate antes de que pueda pronunciar una sola palabra. La perspectiva me hace titubear. Bien jugado, Kate. La otra Muchachita está hermosa. La madurez le ha dado puntos extra en sensualidad, y claro que si de mí dependiera, la contrataba en el acto para posar en las páginas de esta revista, pero como el mundo puede ser muy injusto, en lugar de eso sólo atino a contestarle con una frase cliché: “Pues tú di rana, y seguro saltan”. (Nunca hagan o digan algo así. Antes, mejor córtense la lengua). “Estoy bromeando”, me aclara Kate, “sí me han llegado con dos que tres propuestas y siempre son buenísimas para el ego”.
PLAYBOY: En la canción que abre la serie Ingobernable, hay una frase que dice “La traición suele ser femenina”. ¿Estás de acuerdo o es algo que nos ha vendido el cine y las canciones de despecho?
DEL CASTILLO: La frase tiene muchas connotaciones. La canción me encanta, pero la verdad es que la traición no es femenina exclusivamente. Por ejemplo, en la política todos suelen ser traidores, tanto hombres como mujeres. En el caso de México, nuestro país ha sido traicionado más por hombres que por otra cosa.
PLAYBOY: Bueno, es que no nos han gobernado muchas mujeres, ustedes llevan ventaja porque no sabemos cómo lo harán.
DEL CASTILLO: Tienes razón, igual eso tiene que ver, no ha sido pareja la cosa.
PLAYBOY: ¿Tuviste alguna inspiración para el papel de la primera dama mexicana?
DEL CASTILLO: La verdad es que no hubo una inspiración en especial, aunque sí estuve viendo muchas películas donde aparecen actrices haciendo ese papel, y además estuve analizando a las primeras damas de la vida real de varios países. Al final Emilia Urzúa, el papel que interpreto, tiene su propia personalidad. Mi personaje en esta serie es el de una luchadora que se toma en serio su papel y quiere cambiar las cosas en México desde el fondo de sus entrañas.
PLAYBOY: Si fueras primera dama, ¿cómo quién te gustaría ser?
DEL CASTILLO: Quizás un poco como lo fue Michelle Obama, que nunca cambió su esencia ni su forma de hablar.
PLAYBOY: Por momentos, la serie parece Homeland a la mexicana.
DEL CASTILLO: Está padre la comparación, porque sí tiene un poquito de eso. También un poco de series como Scandal o House of Cards.
PLAYBOY: ¿Qué se siente apuntarle con un arma a un presidente? Hay una escena muy fuerte al respecto…
DEL CASTILLO: Fue muy liberador, para mí hacer eso es una gran oportunidad como actriz y además, la verdad fue muy divertido apuntarle al mismísimo presidente de México. Personajes que hacen estas cosas no te llegan todo el tiempo, hay que aprovecharlos cuando se puede.
PLAYBOY: ¿La historia que se narra en la serie le podría gustar a Marta Sahagún, Angélica Rivera o Margarita Zavala?
DEL CASTILLO: Las tres que mencionas la van a disfrutar horrores, imagínate tener la posibilidad de matar a sus esposos. Es una fantasía demasiado grande hecha realidad y nosotros se las mostramos.
PLAYBOY: ¿Tú has disparado armas en la vida real?
DEL CASTILLO: Sí, cuando voy a practicar tiro a campo abierto, pero jamás lo he hecho contra alguien; ni en defensa propia, ni pretendiendo matar a otra persona.
PLAYBOY: ¿Se te hacen sexies las pistolas o todo lo contrario?
DEL CASTILLO: Me gustan mucho las armas como herramientas; me parecen impecablemente bien hechas, superbonitas, en cuanto a su forma y diseño, pero no me gustan tanto para lo que fueron creadas. Me agradan porque la adrenalina de disparar me ayuda a quitarme el estrés, a sacarme cosas que traigo encima. Pero la verdad, disparar no es algo que me excite tanto.
PLAYBOY: Una mujer con un arma suele ser peligrosa…
DEL CASTILLO: No, al contrario, creo que una mujer con un arma es mucho más responsable que un hombre. Me gusta disparar, pero no me gusta la violencia. He trabajado con actores hombres a los que les dan un arma y se vuelven loquitos, se emocionan de más. Les pasa lo mismo con la velocidad, les das una motocicleta y se alocan y se andan matando, son muy irracionales en ese sentido. Por eso creo que si las mujeres gobernáramos, seríamos mejores que los hombres.
PLAYBOY: No te vaya a escuchar Margarita…
DEL CASTILLO: ¡Oye, a mí me cae bien Margarita! Lástima que siempre va a cargar con el lastre de su marido.
PLAYBOY: Entonces, ¿qué te emociona, qué te excita de la vida?
DEL CASTILLO: Cuando veo que se hace justicia, me prende. Me hace ver que no todo el mundo está jodido y que hay esperanza, que no soy la única tarada que quiere cambiarlo. Definitivamente la justicia es lo que más me excita.
PLAYBOY: Entonces, ¿un abogado ya ganó puntos contigo?
DEL CASTILLO: No necesitaría un abogado más que para que me haga un contrato previo con el tipo con quien vaya a salir. La verdad, ¡qué horror un abogado! Es que si estudias eso o trabajas en esa área, debes tener una dualidad como persona, una doble moral para defender a alguien que sabes que es culpable; yo no podría vivir ni dormir tranquila con eso.
PLAYBOY: ¿La gente te malinterpreta mucho?
DEL CASTILLO: Todo el tiempo me inventan cosas y eso es bien delicado. A veces sienten como que ya han compartido la cama conmigo y se ponen a hacer conjeturas sin saber la realidad. Por mi parte, he decidido ser feliz sin importar lo que piensen los demás; es mi vida, es la única que tengo y debo tomar las riendas de ella.
PLAYBOY: Entonces, ahora ya no te importa lo que se diga de ti.
DEL CASTILLO: Desde hace muchos años, desde que me divorcié la primera vez. No te das cuenta de eso hasta que tienes muchas experiencias. No es tanto la edad, sino que hasta que pasas por ciertas cosas, aprendes. Ahora, hasta miedo me da tanta libertad que tengo.
PLAYBOY: ¿Qué has visto últimamente que te haya impactado?
DEL CASTILLO: ¿Te refieres a la ficción, verdad? Me gusta House of Cards, la elegancia con la que se maneja el personaje de Robin Wright. Es elegante, pero es una cabrona y eso me llama mucho la atención.
PLAYBOY: ¿En la vida real tú eres más cabrona o sueles ser siempre elegante?
DEL CASTILLO: Soy elegantísima si tengo que serlo y bien cabrona cuando es necesario, una cosa no está peleada con la otra.
PLAYBOY: A estas alturas de la vida, ¿has sentido discriminación por ser mujer?
DEL CASTILLO: Simplemente por el problema legal que estoy pasando ahorita, te digo que sí. Si no fuera mujer, no me hubiera pasado esto. Yo no veo a ninguno de los hombres con los que fui a Sinaloa con El Chapo, siendo perseguidos por la justicia como yo. Entonces, desde luego que hay diferencias entre cómo me están juzgando a mí, y lo que les ha repercutido a ellos en la vida.
PLAYBOY: ¿Tienes algo que reprocharle a Sean Penn?
DEL CASTILLO: Por supuesto. No acabaría si te dijera todo lo que le tendría que reprochar. Pero afortunadamente mis papás me educaron bien y como buena escorpión ya estoy más tranquila; con el tiempo se me olvidan las cosas y tiendo a perdonar. Es obvio que tengo mucho dolor aún porque las cosas todavía están recientes, pero al final quien se va a dormir tranquila soy yo y no él.
PLAYBOY: Hace poco le escribiste una larga carta al presidente Enrique Peña Nieto. ¿Le agregarías algo, con todo lo que ha pasado actualmente?
DEL CASTILLO: Le diría un montón de cosas, pero más bien creo que valdría la pena escribirle otra carta nueva. En ella, le pediría que nos devuelva la dignidad, no sólo por lo que está pasando con el presidente 45 de Estados Unidos, sino porque antes de Trump los mexicanos ya estábamos en el suelo como pueblo, y Peña todavía quiere llevarnos más al fondo.
PLAYBOY: ¿Tú crees que el sexo siga vendiendo como antes? Sé que es paradójico que te lo preguntemos…
DEL CASTILLO: No, me encanta que me preguntes eso. Creo que el sexo mueve al mundo, al igual que el amor. El morbo siempre va a vender, aunque me gusta más lo erótico, pero en este caso sí prefiero ser cabronamente elegante. El sexo vende, si sabes hacer bien las cosas. ¿Sabes?, me gusta que en México las personas sigamos haciendo al amor y te lo digo porque noto que en los latinos hay más acercamiento físico, más caricias.
PLAYBOY: ¿Entonces los latinos seguimos siendo más sensuales?
DEL CASTILLO: Entre los estadounidenses, es difícil siquiera que se miren a los ojos cuando tienen sexo. Por eso es tan famoso el latin lover, porque nosotros sí sabemos hacer el amor. Del otro lado, están necesitados de caricias y no las tienen, y por eso dependen de los juguetitos sexuales.
PLAYBOY: ¿Entonces ya pasaste esa etapa de sexo por el simple hecho de tener sexo?
DEL CASTILLO: No, en realidad apenas la estoy empezando (risas).
PLAYBOY: ¿Te afectó que extraditaran a El Chapo a Estados Unidos?
DEL CASTILLO: No tengo nada que decir sobre eso, la verdad ni me perjudica ni me beneficia. Es un problema binacional que está ahí, no es sólo de México. Lo que sí te puedo decir es que si no hubiera demanda, no habría oferta, y por eso, no se va a acabar o resolver tan fácil la situación.
PLAYBOY: ¿Alguna vez hojeaste una Playboy cuando eras niña?
DEL CASTILLO: Claro, aunque me hubiera encantado ver hombres en su páginas. La vi por curiosidad con alguna amiga sin saber de quién era la revista. Lo más probable es que fuera del papá de mi amiga. El mío no tenía revistas, o mejor dicho, seguramente las sabía esconder muy bien.
