Sexo en la playa… Y otras bebidas

Por Sergio Sepúlveda

@sergesepulveda

Fue en Acapulco. Mi mujer y yo nos habíamos escapado del D.F. para liberarnos de la rutina laboral a punta de besos y caricias. Estábamos en la etapa en que cualquier pretexto, momento y lugar eran suficientes para terminar desnudos, así que al llegar a la habitación vi- vimos la luna de miel sin habernos casado. Nos conocimos a detalle con todas nuestras maravillosas imperfecciones y, sin decirlo, nos juramos amor para siempre con un orgasmo perfecto; pero ustedes saben que cuando la pasión se desborda, ligera escapa de la cama con la facilidad de una moral distraída, así fue que llegamos al mar en donde ósculos y roces se hicieron más húmedos. Éramos dos cuerpos en cadencioso vaivén al ritmo del Océano Pacífico.

La experiencia de hacerlo en el mar fue inolvidable, pero no repetible. No quiero decir que fue un mal momento, más debo subrayar que sí fue complicado. Cualquiera que haya estado en un ambiente así, sabe que el agua salada y la piel delicada no hacen buena mancuerna y se dificulta compenetrarse. Sin embargo, lo vivimos para contarlo y si nos ponemos cursis fue una señal de que el amor puede sortear cualquier ola. Así fue mi único Sex on the beach, no tan dulce como la bebida original, pero sí embriagante.

Este coctel es el chupe oficial de la Asociación Internacional de Bármanes. La historia dice que nació en 1987 en Ft. Lauderdale, Florida; el cantinero Ted Pizio compitió para ganar un premio de mil dólares utilizando un licor de durazno. Ted mezcló peach schnapps, vodka, jugo de naranja y granadina. Cuando le preguntaron cómo se llamaba su coctel, él contestó “Sex on the beach” por- que era la época de springbreak, donde todos los jóvenes buscaban sexo en la playa.

Otras bebidas también tienen nombres con historia. El Bloody Mary es un coctel de vodka con jugo de tomate, a la receta original se le agregó sal, limón, salsa inglesa, pimienta y alguno que otro ingrediente más de acuerdo al gusto. Lo inventaron en un bar parisino llamado Harrys New York y su nombre hace referencia a María Tudor, hija de Enrique viii de Inglaterra. A la sanguinaria María le llamaron así por las persecuciones religiosas que ordenó. El color de la bebida hace juego con ese pasaje de la historia.

Cuba libre era el coctel que bebían los soldados de Estados Unidos que colaboraron con los cubanos para lograr la independencia de España; al brindar con ron con cola, levantaban el vaso y decían “Cuba libre”.

jaibol es whisky con agua mineral, pero se le llamó así porque ése es el nombre del vaso largo donde se sirve, el clásico vaso de los salones de fiestas. Aclarando, jaibol es la forma castellana de highball.

El mojito lleva ron, azúcar, hierbabuena, agua mineral y limón o lima. Se preparó por primera vez en la época de la ley seca en Estados unidos. Los norteamericanos viajaban fuera de su país para beber sin restricciones y muchos lo hacían a Cuba. Se dice que los gringos bebían algo parecido al mojito actual pero con Bourbon, pero al no haber este tipo whiskey lo tomaban con ron blanco. Cuentan que el nombre de mojito se derivó del mojo cubano, un aderezo a base de lima. Mojo viene de una lengua africana que significa pequeño hechizo. El daiquiri contiene ron, azúcar, jugo de limón y hielo frapé. El nombre surgió cuando un ingeniero de apellido Pagliuchi se reunió con un colega en daiquiri, una playa cercana a Santiago de Cuba. después del trabajo, como no tenían ginebra a la mano, prepararon la bebida con ron cubano. Se preguntaron cómo llamarle a su coctel, primero pensaron “rum sour”, pero decidieron hacerlo más corto y lo bautizaron como el lugar en donde estaban, daiquiri.

Finalmente, hemos hablado de los nombres de famosos cocteles, pero es igual de interesante el origen de la palabra coctel. Cuenta la leyenda que en tiempos de la reina victoria llegaban comerciantes ingleses al puerto de San Francisco de Campeche en México. Ellos entraban a las cantinas a beber vinos y licores puros, sin mezclas, y en ocasiones ordenaban dracs de ron u otro licor que eran bebidas compuestas; al servirlas las revolvían con una cuchara de metal que alteraba el sabor, entonces para evitar ese mal trago, un cantinero usaba unas raíces delgadas, finas, lisas, de una planta a la que por su forma llamaban “cola de gallo”, en inglés cock’s tail. Sí, el término salió de Campeche para todo el mundo.

Difícil de creer.