RODADA 2.0: CICLOVIAJE POR LOS DISCAPACITADOS
Por Elizabeth Santana @ElixMorgana
“Es curiosa la vida. A pesar de que yo tengo una discapacidad, no me las estoy viendo negras por ello ni por las carreteras, lo difícil a veces son los seres humanos. Hay muchos buena onda pero también hay gente complicada y eso hace incomoda mi trayectoria”, me dijo Mario Davalos, un cicloviajero de 48 años de edad.
Mario tiene polio. Y el 5 de septiembre comenzó la ruta que él llama “Recorrido nacional con el nombre dignidad, fuerza y valor”. ¿El fin? Hacer conciencia sobre la gente que usa silla de ruedas o es discapacitada, desde solicitar mayor infraestructura para ellos hasta demandar que se respeten las rampas, los baños públicos y lugares asignados en el estacionamiento para personas con discapacidad. “Es una lucha y misión de emergencia nacional”, aclaró.
LA RUTA
Salió el 5 de septiembre de Guasave, Sinaloa, y me explicó que su plan es “recorrer 13 mil kilómetros en 12 meses pasando por 24 estados de la República Mexicana. Después de Sinaloa pasaré por Nayarit, Jalisco, SLP, Hidalgo, CDMX, Puebla, Oaxaca, Chiapas, Cancún, Quintana Roo, Mérida, Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz, Tamaulipas, Saltillo, Monterrey, Nuevo León, Saltillo, Coahuila, Chihuahua, Sonora, y Baja California Norte y Sur, en ese orden”.
Mario planea recorrer de 80 a 100 kilómetros por día. Viaja solo. Dijo no tener miedo. “Como decía mi abuelo el que nada debe nada teme. No es el primer recorrido que hago, he hecho cerca de 11, y también nadé 12 km en mar abierto en el puerto de Veracruz. Yo elijo mis rutas. Mi viaje anterior fue de Monterrey a México, otro de México a Veracruz, de Veracruz a Cancún, de Cancún a los Cabos, de Cancún a Hermosillo, y de México a Guaymas, por ejemplo”.
La carrera deportiva de este ahora cicloviajero comenzó en los Juegos Nacionales Deportivos Sobre Sillas de Ruedas en el año de 1982 a la edad de 15 años y suma 48 medallas de oro y plata; las cuales obtuvo practicando natación en las disciplinas de mariposa, pecho, dorso y crol, combinados, individuales y relevos de 50 y 100 metro libres.
LA BICI DE MARIO
“Mi bicicleta la diseñé yo. Es de tres llantas y le puse un sonido. Es decir, traigo bocinas por las que sale un mensaje de conciencia, para que respeten los derechos de las personas con discapacidad”, me platicó al contextualizar que esta bicicleta la hizo desde hace tres años para un recorrido que iba a ser de Guadalajara a Cancún rumbo a Los Cabos, pero que tuvo que posponer debido a un tumor en la nariz.
“Esta bici la hice en San Juan de Los Lagos. Recurrí a los fierros viejos, busqué partes nuevas, pero también compré bicicletas usadas. Después fui a ver a un herrero para que la soldara. Pero yo le puse el diseño y él la fue armando conforme yo le fui diciendo”, celebró.
LO MÁS BONITO
Mario Davalos mencionó que este viaje lo hace de forma altruista. “A veces le pido ayuda a las personas y si no voy a escuelas o a alguna empresa. En mis recorridos intento visitar el palacio municipal y pedir el apoyo de la autoridad, siempre me han echado la mano”.
Para él, lo más importante es que exista respuesta por parte de la sociedad. “Se necesitan más espacios para las personas con discapacidad. Y el gobierno se va superando conforme se supera la sociedad, por ello es importante este tipo de luchas. El gobierno hace rampas, pero la gente las obstaculiza o se meten al baño para discapacitados”.
Pero también existen formas de sentirse motivado. “Lo más bonito es la gente que se interesa por tu trayecto, que te aplaude, que te motiva, que vienen y me dan (y no hablo de dinero), que me brindan alegría. Que se acercan y me apoyan a seguir adelante”. Sin embargo, le pregunté, cómo podríamos apoyarlo al pasar por nuestra ciudad, y me respondió que podemos hacerlo con: material deportivo, un casco, bombas, guantes, mochilas, o llantas rodada 24 por 1 3/8.
LO QUE SIGUE
Es cierto que este cicloviaje apenas comenzó, no obstante cuestioné a Mario por sus planes a futuro. No sabe si regresará a Veracruz puesto que en realidad es pulidor de moldes en Monterrey pero renunció para iniciar este viaje. “En Veracruz también trabajé puliendo rines de carros, pero se me ocurrió comenzar a hacer recorridos por toda la república. No, no tengo un lugar fijo dónde vivir. Sí tengo primos u hermanos, pero ellos radican en Veracruz”.
Y finalizó: “Quiero aprovechar si a través de ustedes puedo buscar a mi mamá porque no la conozco desde los tres meses de nacido, me dejo con mi abuelita Gumersinda Galván quien me crió, y mi mamá se llamaba Oliva Romero Galván”.
