RODADA 2.0: ¡Fuimos a Sao Paulo! Movilidad a ritmo de batucada…
Por Elizabeth Santana
@ElixMorgana
Pedalear en Brasil me parece imponente por su fuerza civil, ya que en este país se originó el primer Foro Mundial de la Bicicleta o World Bike Forum (WBF) en 2012, a consecuencia de un atropello masivo que sucedió en febrero de 2011. Hecho que motivo a crear un espacio para debatir la forma en que se moviliza la gente y su relación con los medios de transporte y sus ciudades. El WBF es un movimiento ciclista latente que ahora cambia su sede anual y que en 2016 se celebrará en Santiago de Chile el próximo 31 de marzo.
Visité la ciudad de Sao Paulo, Brasil, una urbe que en 2014 reportaba 20 millones de habitantes versus la ciudad de México con casi 21 millones. Contexto demográfico que podríamos resumir en que son una cantidad de gente impresionante, en una ciudad que casi igual que la nuestra cuenta con una red de transporte público insuficiente, aunque su centro parece tener una mejor planeación urbana.
Digo que parecen porque sus cruces peatonales no son en las esquinas, es más no se puede pues están cercadas por barandales lo que tal vez evite que las eternas y continuas vueltas a la derecha de los automóviles atropellen peatones. Además de que sus semáforos dan tiempo suficiente para caminar y no correr de un extremo a otro. Eso sí, en sus camiones, al menos los que abordé, no escuchan música a alto volumen, efectúan el cobro de pasaje vía tarjeta y a mitad de camión va sentado un cobrador por si necesitas pagar en efectivo, y hasta cuentan con aire acondicionado.
La percepción de insuficiencia se debe a que su red del metro (la Compañía Paulista de Trenes Metropolitanos –CPTM-) es muy pequeña para las dimensiones de Sao Paulo, tan sólo seis líneas, que igual que en el DF viven disputas para abordar un vagón, aunque con una diferencia de temperatura, ahí sí hace calor en serio, por arriba de los 35°C. Aunque sus vagones son más amplios, tanto que tienen tres tubos pasamanos en medio y su aire acondicionado sirve. Otro hecho que me pareció equilibrado es que sólo los tres primeros vagones están destinados a personas con bastón, capacidades distintas y/o embarazadas, no como en DF que nos tienen que separar por género.
Y bueno, algunas amenidades son sus máquinas automáticas en las que puedes comprar maquillaje, libros, y comida chatarra. Aunque lo más rico son los locales del Velox: combos de bolitas de pan de queso más café brasileño a bajos costos, a los que acuden filas de trabajadores y estudiantes. El CPTM también permite que tu bici viaje en el metro, los vagones tienen un lugar designado para ellas lo mismo que el espacio que debes ocupar en el andén antes de subirte con una. Pero si no viajas con bicicleta propia, ni te preocupes, puedes hacer uso del sistema de bicicleta pública que allá se llama Bike Sampa y cuyo lema es “Conviva” (convive), con un funcionamiento bastante similar al que nosotros tenemos con Ecobici.
Pero además en junio de este año, se inauguró la Ciclovía de Avenida Paulista, la calle principal y eje financiero, turístico y comercial de Sao Paulo, un logro, si consideramos el plan de austeridad que atraviesa el país, y si recordamos que el año pasado el gobierno concedió la exención de impuestos para impulsar la venta de los automóviles.
Por último y si eres de los que en breve piensan viajar a Río de Janeiro con motivo de las Olimpiadas 2016, o quieres darte una escapada turística con tu bici a Brasil, te sugiero darle like a estas páginas de Facebook: Va De Bike; Bike Anjo; Samba Trasnportes Sustentaveis; y União de Ciclistas do Brasil.
¡Buenas rodadas!
