RODADA 2.0: Usar bici no te define como persona ¿o sí?

Por Elizabeth Santana @ElixMorgana

“Ese lugar está muy caro y fresa, ya fuimos”, me dijo él cuando le sugerí que podían ir a cenar a Comedor Lucerna. Eran alrededor de las 9pm y yo recién había tomado una bici en casi esquina de Insurgentes con Reforma. Mi traslado previo lo hice en Metrobus; intermodal o multimodal se dice, cuando te vales de varios medios de transporte para llegar a tu destino.

“Estamos buscando algo más tipo… ¡quesadillas!”, explica el señor de alrededor 50 años a la par que juega con las llantas de su bici. No conozco puestos de quesadillas por estos rumbos, le contesto, pero en Bucareli hay unos tacos muy buenos. Ella, su pareja, a quien sólo alcanzó a ver de reojo porque se freno detrás de mí, sostiene su manubrio y hace una mueca en señal de “no”. El semáforo se pone en verde, y decido comenzar a pedalear. Ellos se quedan parados.

A esta hora la ciclovía de Reforma aún es bastante transitada. El flujo vehicular ha descendido con el actual Hoy No Circula. Tan así que en un trayecto no mayor a 5km dos automovilistas me han cedido el paso. Me sorprende porque son dos actores que comúnmente lo cierran, te “perrean”: una camioneta Hummer y un taxi.

Continúo avanzando y decido que el clima y la noche son propicias para caminar. Así que quiero dejar la bici en la cicloestación de la Alameda, pero está llena. Y sigo de frente, disfruto de la iluminación nocturna, azul casi morada con destellos rosas, que enaltece a fuentes y al Palacio de Bellas Artes, y giro a la derecha en la calle de Dolores, donde sucede una sublime postal de farolitos rojos del barrio chino.

Detrás de mí y con prisa pedalea un chico que igual que yo maneja una bici de Ecobici. Me rebasa, y cuando llegamos a la siguiente cicloestación tampoco hay lugar, así que decido preguntarle si no hay espacio en las cicloestaciones aledañas, pero me dice que no, así que le explicó que regresaré a buscar en la cicloestación cerca de donde está El Caballito de Reforma, porque en la ubicada frente al Excelsior tampoco hay…

Me observa de reojo y me dice que “Aja”. Pedaleamos juntos con la complicidad de encontrar donde estacionar la bici, aunque por dentro me pregunto qué sucederá si encontramos sólo un lugar, ¿me lo quitara? ¿Alguien se esforzará por pedalear más rápido en el afán de ganarlo? Y en efecto, en la esquina de Juárez y Balderas me rebasa por la izquierda. ¿Para qué le dije mis opciones? Pensé. En fin, a pedalear.

Pero en Bucareli esquina con Reforma observo su cara de decepción, él regresó a buscar espacio frente al Excelsior, pero esa estación casi siempre está llena. El semáforo se puso en verde y puedo cruzar rumbo a mi destino. Claro, él me rebasa por la derecha. Y se lo agradezco, pues me ayuda a ganar tiempo al darme cuenta que por su cara, tampoco alcanzó lugar.

¿Debo seguir pedaleando? ¿Y ahora qué hago? Sacar el smartphone para buscar cicloestación en la app de Ecobici será más tardado, además la probabilidad de que para cuando llegue a un lugar vacio aún esté desocupado es, digamos un riesgo. Varia gente ha adoptado este sistema de bici pública como su medio de transporte, así que el uso-desuso es viable en cuestión de minutos.

Me resigno a pedalear de regreso. Tengo mucha sed, y observo que el Cielito Querido Café de Reforma ubicado frente al Monumento a Colón oferta un 2×1 en bebidas si presentas tu casco, pero no, no traigo casco. Sin embargo en esa cicloestación sobran lugares, así que me estaciono. Tomo mi bolsa y decido caminar. Qué ironía, justo a un par de cuadras donde comencé mí recorrido.

Regreso camino a casa pienso en la insistencia del ciclista por rebasar ¿Será que el medio de transporte no define a la persona? ¿Si el 80% del presupuesto para infraestructura que está destinado al automóvil se compartiera para infraestructura ciclista o peatonal las cosas serían distintas? ¿Por qué se quejan de que el transporte público es insuficiente si sólo alrededor de 30% de los viajes se hacen en coches privados? Se silencio el sonido de los claxons pero subió el volumen de las quejas, ¿será que ensordecemos para perder la capacidad de observar?

Buenas rodadas.