LA LIGA QUE SUBE COMO LA ESPUMA
NUESTRO COLUMNISTA ELOGIA UN TORNEO QUE CRECE AL NORTE DE LAS FRONTERAS MEXICANAS CON UNA VISIÓN QUE LO CONVIERTE EN UN MODELO A SEGUIR. ¿SERÁ QUE LA MLS DA EL SALTO MÁS PRONTO DE LO PREVISTO?
POR CARLOS GUERRERO WARRIOR @carloslguerrero
Esto es maravilloso— expresa El Tata Martino.
—¿Es el mejor estadio, posiblemente, del mundo? — cuestiona el reportero.
—Bueno, es nuevo y nos encandila a todos.
Ver colmadas estas instalaciones para un partido de futbol en Estados Unidos suena un poco raro — responde el estratega.
Nunca fue de muchas palabras. La realidad es que al ex técnico del FC Barcelona le cuesta externar lo que verdaderamente siente. Seguro estoy que en su cerebro, un fino mediocampista de contención le hace labores de equilibrio hasta filtrarle el discurso.
Alguna vez Marcelo Bielsa dijo sobre Martino que nunca levantaba la voz y que decía las cosas sin gritar. Y es que El Tata no necesita de rimbombantes calificativos ni de palabras elegantes para demostrarle al mundo que ahora vive en una seductora atmósfera. El nuevo y flamante Estadio Mercedes Benz, la nave espacial postrada en la Tierra, lo tiene atrapado y feliz. Se puede ver en sus ojos. Responde a los reporteros sin quitarle la vista a la nueva joya arquitectónica del deporte norteamericano. Ni él, ni nosotros, podemos evitar voltear a ver la pantalla 360 grados que luce cual corona de rey sobre el inmueble.
El también ex técnico de Paraguay, quien lograra llevar a la albirroja a los cuartos de final en Sudáfrica 2010, disfruta las bondades de la cada vez más sólida y ejemplar Major League Soccer. Le cuestiono sobre cómo cambió su estilo de vida. De lo pasional y convulsionado de un torneo argentino y lo estresante de una liga española, a la tranquilidad de un futbol que permite trabajar sin persecuciones y presiones: “Un cambio muy brusco, muy grande. Y necesitado”, dice Martino.
Y es que por más que Atlanta United FC golee y atraiga miradas, el soccer, como le llaman en Estados Unidos, aún no le gana portadas a la NFL, al golf, a la NBA o a las Grandes Ligas en los principales diarios de circulación nacional.
Pero es justo eso lo que ha generado el brutal crecimiento de la MLS. Planeación, proyección, visión e infraestructura. Tiempo también para medir errores y riesgos. Puntos básicos y fundamentales para un desarrollo perfectamente cimentado.
La MLS pisa fuerte, es analítica. No regala franquicias sólo porque existe un estadio en alguna ciudad. Llega cuando se cumplen exigencias y ciertos estándares para su beneficio.
El futbol no llegó a Seattle por casualidad. La liga se dio cuenta que era la ciudad donde mejores números se presentaban en cuanto a rating televisivo sin existir franquicia, así que se tomó la decisión de llevar un equipo de expansión a dicha zona noroeste del país y el resultado fue asombroso. Hoy Seattle Sounders es una de las franquicias mejor valuadas y con mejores entradas en taquilla.
Atlanta United FC, el equipo del Tata, puede presumir por su parte que juega en el recinto más moderno y espectacular del mundo hoy por hoy. Mil 500 millones de dólares lo avalan. Y lo mejor, sus tribunas no necesitan únicamente de los Falcons de la NFL para lucir repletas. Atlanta United FC logró batir el récord de asistencia para un partido de futbol soccer. 70 mil 425 aficionados presenciaron un empate a tres ante Orlando City.
Por eso, Martino es tan feliz. Sin agobio, sin asfixia, sin señalamientos, sin crudeza en las críticas. En Argentina dirigiendo a Newell’s Old Boys, seguramente lo hubieran reventado por no ganar en casa. Acá, se le agradeció por el espectáculo brindado. Tata busca plasmar en sus equipos un sentido de pertenencia inculcando al jugador el gusto por el juego, el amor a la camiseta y la cercanía con la afición. Bueno, ha llegado a un equipo donde es posible ver a Arthur Blank, dueño del MB Stadium, de los Falcons y del Atlanta United FC, entre la fanaticada para el ritual de inicio de partido.
Quien piense que la MLS no tiene argumentos para ser un poderoso monstruo en lo futbolístico se equivoca categóricamente. Basta darse una vuelta para comprender el fenómeno y cómo una nueva pasión les mueve la sangre a quienes han adoptado y cobijado al otro football. No todo es lindos estadios. Hay nivel, hay idea
y sobra visión. Ya no contratan por contratar al primero que se retira de Europa, prefieren generar talento propio o importar a materia prima en gran estado. No tardan en ser portada. No tardan en ser el modelo a seguir. Si no es que ya lo son.
Ahora entiendo por qué Gerardo Martino habla aún menos en Atlanta. Está claro que el asombro genera un sano silencio.
