#EXAGEROCOMOWARRIOR: LA DOCE QUE SABE A CONQUISTA
NUESTRO COLUMNISTA FESTEJA LA PRIMERA DOCENA DE LIGAS EN LA HISTORIA DE LAS CHIVAS Y PREDICE UN FUTURO BRILLANTE PARA EL REBAÑO SAGRADO, QUE COINCIDE CON EL AÑO 15 DE LA GESTIÓN DE JORGE VERGARA.
Se navegó durante meses por mares embravecidos. La tripulación se desgastó, se enfermó y muchos llegaron al borde de la locura sufriendo la peor historia jamás vivida. Demasiados instantes placenteros donde no se pensara en el naufragio como latente advertencia del destino. Por las noches, más de uno habrá lamentado haberse enlistado en las filas de esa aventura.
La lucidez y brillantez de expediciones anteriores se perdían a diario en el horizonte, de ellas quedaba poco o nada. Las puestas de sol aparecían pero nadie era capaz de admirarlas. Todos a la deriva: sin rumbo, sin corazón, sin timón.
Carecían de un capitán convincente, arrojado y experimentado, capaz de vencer por sí solo cualquier tipo de tormenta, y a la par, de soportar la desesperación y la exigencia del monstruo de las siete letras en su apellido: Vergara.
Pero dicen que los años dan experiencia, sabiduría y que de los errores se aprende. Si te caes, levántate más veces. Cuantas veces sea necesario. Eso te lo otorgan las batallas perdidas y las brutales tempestades no libradas.
La idea de cambiar el escudo, de borrar la identidad y el simbolismo. El fiasco holandés buscando replicar filosofías y estrategias considerando únicamente la teoría y no la materia prima tan necesaria para la práctica. La idea de ser el mejor quipo del planeta, contratar al mejor director técnico del mundo, la veintena de estrategas fulminados sin oportunidad de llegar a buen puerto sin causa aparente, sin respetar tiempos, estirpe, abolengo y títulos a cuestas.
Hoy el viento sopla a favor. La mar, como si hubiera hecho las paces con la embarcación, se encuentra en absoluta calma; añadan que el pronóstico del tiempo para los próximos torneos es más que favorable. Llegó el momento de izar las velas, de elevar las anclas, de devorar millas náuticas a todo babor hasta desembarcar en busca de la conquista de nuevos verdes valles.
Huele a más títulos. Tomarse en serio eso de convertirse en los más grandes y únicos ha favorecido; emular al campeonísimo y presumir pronto en sus vitrinas más trofeos de Liga que ningún otro buque en la nación azteca.
Y lo digo con objetividad y certeza. Dejo a un lado el éxtasis y la euforia de los fervientes seguidores que gritaron con el más reciente campeonato. En el éxito todo brilla y es boyante, no hay espacio para lamentaciones ni dudas. Nadie se acuerda de los sinsabores, de los momentos de crisis, de los timos, de los misterios y de los secretos que por el momento seguirán sin revelarse.
Son el equipo más joven en la estadística, los que más distancia recorren en el terreno de juego, los que mejor pasan el balón; intentan tiros al arco como ninguno, nadie más que ellos en tiros de esquina; implementan más cambios de ritmo en un partido, y todo lo anterior es sólo el reflejo de un sistema dominado, entendido y afinado que no se olvidará de un torneo a otro. Por eso, créanme que llegó una nueva época de oro rojiblanca.
Da gusto escuchar en cualquier tertulia familiar, reunión de amigos, de compañeros de trabajo e incluso entre desconocidos que buscan romper el turrón, un convincente “¿Qué tal las Chivas, eh? ¿Cómo ves que alzaron la 12?”. Si las Chivas están bien, el deporte más popular del país, estará mejor.
Y luego de casi 3 mil partidos disputados en la etapa profesional y con más de 20 títulos obtenidos en diferentes certámenes, la Doce tiene algo o mucho de especial. Un sabor que revitaliza cual bebida energizante. El 12 es el número más pequeño con más divisores, está lleno de misticismo y poder: los apóstoles, los signos zodiacales, los dioses griegos, los meses del año y los Caballeros de la Mesa Redonda. Es un dígito que marca, que sella y que enaltece generando escozor a más de uno que se atreve a mirarlo.
Y esperen porque pronto echarán la casa por la ventana. Festejo en puerta. Celebración a lo largo y ancho del territorio; 15 años a la vista, tres lustros unidos: Octubre del 2017 desde aquel día en que comenzó la travesía de Jorge Vergara y el Guadalajara.
¿Qué sorpresas llegarán? ¿Quiénes serán los invitados especiales? ¿Quiénes amenizarán el evento? ¿Cuál será la temática del festejo? Pronto tendremos las respuestas a todas estas interrogantes, después de que Almeyda, maestro oficial de ceremonias, dé formalmente por inaugurado el evento.
Atentos todos. El inicio de otro imperio, de otra hegemonía está en mejores y más expertas manos. Si las Chivas escribieran, seguro se despedirían así: Pronto nos “beee… mos…” A seguir navegando mientras tanto.
POR CARLOS GUERRERO WARRIOR @carloslguerrero
