GENTE DETRÁS DEL DINERO: LAS BATALLAS POR EL NAICM, ¿REALIDAD O PIROTECNIA?

DURANTE LA PASADA campaña por la gubernatura del Estado de México la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México fue la mayor manzana de la discordia en la contienda electoral: el presidente de Morena, Andrés Manuel Obrador, amagó con cancelarlo tan pronto ganara su emisaria, Delfina Gómez, en tanto que el gobierno de Eruviel Ávila y el pri publicitó ampliamente las bondades de lo que será el centro de trabajo más grande de América Latina con 500 mil puestos relacionados con la aviación y servicios.

El gobierno federal, a través de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, y Gerardo Ruíz Esparza, aseguró que la propia dinámica de inversión-empleo-riqueza blindaba de manera natural al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pues nadie en sus cabales renunciaría a 3.3 puntos del pib. Sin embargo, en los municipios circundantes al polígono del naicm, ganó morena y su amenaza de abandonar la obra de infraestructura más grande de la historia de México.

Ese tipo de diferendos no son raros en la Historia nacional, ni que cancelar o suspender ese tipo de decisiones implique grandes costos sociales y económicos. Por ejemplo, el Tajo de Nochistongo, el primer gran proyecto de desagüe del Valle México en la era virreinal, fue suspendido en dos ocasiones (una de ellas por la extendida queja de los capitalinos al impuesto sobre el vino para financiar esos trabajo encargados al ingeniero Enrico Martínez), y retomada luego de que la inundación de 1629 ocasionara más de 30 mil muertes y que ante el desastre inmobiliario se planteara cambiar la sede virreinal hacia Sanctorum, el San Joaquín que hoy conocemos en la Ciudad de México. O el Gran Canal, obra que tomó impulso bajo la ocupación francesa y Maximiliano de Habsburgo, quien encargó a Francisco de Garay el desagüe que permitió nacer a la urbe del siglo xx; un Gran Canal que fue rechazado y olvidado por Benito Juárez tras la Guerra de Reforma pero que retomó el mismísimo Porfirio Díaz, quién lo inauguró a principios de 1900.

Algo semejante se puede decir del actual aeropuerto, que ya en 1965 el entonces Secretario de Estado Javier Barrios Sierra, alertaba al Presidente Gustavo Díaz Ordaz de construir uno nuevo so pena de una saturación que amenazaría con ahogar a la capital de un país centralizado.

Tuvieron que pasar 50 años para que Enrique Peña decidiera empujar una obra que no inaugurará; pasó medio siglo para que un líder político opositor pretenda dar marcha en reversa al tiempo para conservar el actual y vetusto aicm (tiene ya 65 años de su “época moderna”) para que conviva con el aeropuerto de Santa Lucía, que por cierto, no podrían realizar vuelos de manera simultáneamente como queda visto cada 15 de septiembre cuando se tiene que cerrar el actual aeropuerto por la maniobras aéreas del Desfile de la Independencia.

Sin embargo, la retórica de Morena ganó 1.5 millones de votantes que hace un año y medio no tenía en el Estado de México en lugares como Texcoco, Ecatepec, Chalco, Cuautitlán, Cuautitlán Izcalli, Ixtapaluca o Tultilán, es decir, en lugares donde el sentido común indicaría que las personas comunes y corrientes perciben el flujo de dinero y empleo que está dejando el naicm y que asimilan que habrá trabajo y centros de capacitación a menos de una hora de sus
hogares.

De alguna manera ese comportamiento en los desastrados municipios conurbados a la Ciudad de México recuerda —en una versión tercermundista— a los votantes del Medio Oeste de E.U.A., quienes apoyaron mayoritariamente a Donald Trump sin reparar que ellos serían los más afectados en una cancelación del tlc, pues el maíz que producen, ¡oh sorpresa!, se exporta principalmente a México.

Aun con los resultados electorales de Junio del 2017, López Obrador está lejos de haber claudicado y seguramente retomará el discurso anti naicm, aunque en corto, la propia Delfina Gómez reconoció ante empresarios que ese proyecto era benéfico para el Estado de México y todo se reducía a retórica electoral. En ese mismo sentido se pronuncian algunos especialistas en finanzas, aduciendo que siendo Miguel Torruco parte del equipo de campaña del tabasqueño y al mismo tiempo consuegro de Carlos Slim (su empresa Carso es uno de los contratistas de la nueva terminal aérea, mientras su yerno Fernando Romero, es uno de los arquitectos de la obra), López Obrador sólo hace presión verbal antes de las elecciones.

Pero hay gente mucho menos confiada en tales “bromas electorales”, como los operadores de tipos de cambios que apreciaron el aumento del peso frente al dólar al conocer que Alfredo del Mazo ganaba las elecciones en el Estado de México. Y es que, si algo se ha aprendido en el mundo del dinero y de las “fake news” es que los candidatos populistas que ganan gobiernos, como en Gran Bretaña, Venezuela, Filipinas o E.U.A., harán todo lo posible para cumplir sus promesas aunque se trate de grandes disparates… tan grandes como el plan de Morena para que un turista internacional llegue primero a Santa Lucía y después viaje dos horas en carretera hasta el aicm, espere una hora más y finalmente tome su vuelo a Cancún para, de regreso a casa, repita la odisea.