CRÓNICAS DE UNA ROCKSTAR A PIE: LA PALABRA “VERGA” Y SUS CONSECUENCIAS

No soy mal educada, pero voluntaria y conscientemente siempre he tenido una predilección por ser algo grosera, me parece muy liberador no tener algunos tipos de filtros. En general y pese a lo que muchos puedan pensar de mí, soy bastante “modosita” en la vida real y la palabra “verga” no forma parte de mi vocabulario cotidiano, aunque siempre estoy atenta a nuevas maneras de expresión, ya que admito que después de viajar y amigar con gente de otros países, las mismas palabras adquieren otros significados y ya no suenan tan mal. Incluso tengo una amiga que ha hecho de esta palabra un sustantivo muy divertido cuando al exclamar dice: “¡vergación!”, me parece muy acertado y musical para usarse en bodas, bautizos o cualquier festejo que involucre alcohol. Por lo tanto creo que las palabras tienen el valor que cada quién les de, dependiendo en qué contexto las uses y te encuentres pueden dar risa o causar un impacto negativo. Y como dicen, para romper las reglas, primero hay que conocerlas.
Ahí radica la diferencia entre la vulgaridad, la broma de mal gusto o que te digan que eres muy ocurrente y muy simpático.
La historia que les voy a contar es acerca de cuando no tienes la menor idea de esta diferencia y sin saberlo te lanzas al abismo de la catástrofe social.
Dicho esto, también pienso que uno se junta con gente con que comparte ciertos valores y criterios, no hablo sólo de saber o no esa diferencia, sino algunos ingredientes importantes que forman parte de la amistad como la esencia, la lealtad, sentido del humor, etc. Pero es justo parte de crecer el descubrir que algunos de tus amigos y tú no comparten los mismos códigos.
La esencia es la sustancia del alma que prevalece con el paso del tiempo, es lo que te acerca o te aleja de alguien. Cuando pasa el tiempo y has sido lo suficientemente valiente para no contaminarte, es lo que hace te digan… “ sigues igualito”, claro… ¡En el buen sentido!
Aunque no en todos los casos conservar la esencia es algo digno de admiración, porque hay quien nace y crece “mal pedo” o cualquier otra cosa que no hace del mundo un lugar mejor.
¿Alguno de ustedes vio la película “Perfume de Mujer”? X, muy noventas, pero, hagan de cuenta la misma historia pero, en Ciudad Juárez, con niñas de primero de secundaria de 11 años y obviamente conmigo como protagonista de todo este desmadre.
Para los que ya saben de qué hablo, así es… ¡Se me culpó por un crimen que yo no cometí! Y la persona responsable sigue libre de culpa hasta la fecha, así que esto es una confesión que ha sido guardada por eras y que tanto ustedes como todos los involucrados están siendo enterados al mismo tiempo y por primera vez, jaja.
Los nombres ficticios de los personajes de mi peli son los siguientes:
La villana : Alexa Monarrez
La víctima: Nadia Barrotes
Mi BFF: Claudette Rochester
El supuesto agresor : Peter Mostachos
Peter era un niño que estuvo con nosotros en la primaria, pero Alexa y Claudette no lo conocieron ya que se cambió de escuela cuando nos graduamos, sin embargo, él no participa activamente en este relato para nada, pero fue su nombre la coartada perfecta para que Alexa saliera libre e inmaculada de este crimen. Pónganse truchas que parece historia de Agatha Christie, jajaja.
Era una mañana fría de invierno, había nevado como nevaba antes del calentamiento global y las clases se habían suspendido. Claudette y yo salimos emocionadas a jugar con la nieve. Hicimos el típico muñeco, angelitos y bombardeamos a los carros que tuvieron la mala fortuna de cruzarse en nuestro camino. De pronto una ruca amargada nos regañó y nos dijo que le iba a llamar a la policía. Con eso nos asustó y salimos corriendo sin rumbo fijo. Cuando paramos de correr para tomar un respiro, nos percatamos que estábamos frente a la casa de Alexa.
Ella era una niña bien, tenía muchas hermanas y su apellido era sinónimo de la aristocracia juarense. Todo eso nos valía madre, ella era nuestra compañera de clases y en ese momento recordamos algo fundamental. ¡En su patio tenía una cama elástica!
Sin pensarlo tocamos a su puerta y en menos de lo que tardamos en saludarnos ya estábamos brinque y brinque.
Como cualquier niño, nos aburrimos al poco rato e inmediatamente nos pusimos a buscar otra actividad en qué entretenernos. ¡Vamos a hacer bromas por teléfono! Dije. Yo traía conflictos con Nadia que había sido mi amiga en la primaria y con tanta hormona ya nos caíamos bastante mal, así que decidimos que ella sería la víctima.
El caso es que Alexa levantó el teléfono, marcó el número que yo le di y se escuchó la voz de la grabadora “estás hablando a casa de la familia Barrotes, deja tu mensaje…”
Con su voz normal Alexa dejó grabado un eufórico “¡ Habla Peter Mostachos mi teléfono es 656 111111 no se qué … chinga tu madre!”
A coro nos carcajeamos unos minutos y de pronto, por sus pistolas Alexa volvió a marcar el mismo número. Con una sonrisa nos callamos al mismo tiempo. Clauddette y yo la mirábamos con ojos expectantes. En esta ocasión Alexa fingió la voz más gruesa, más varonil y dejó grabado nuevamente en la misma contestadora… “ ¡Hola, habla Peter Mostachos, hablaba para decirle a Nadia que nos vemos en el lugar de siempre a la misma hora para meterle la verga”! y colgó riéndose.
La expresión de Claudette y la mía cambiaron inmediatamente de sonrisa curiosa a cara de angustia. No lo podíamos creer pero, nos tranquilizábamos diciéndonos que sí estaba chistoso y que no habría problema, pero en el fondo sabíamos que algo terrible nos esperaba.
Nos fuimos a mi casa caminando, haciéndonos brain wash de que todo estaría bien.
Al otro día me levanté con lo que años después sabría que es una cruda moral y nos fuimos a la escuela con un sentimiento en el estómago que sólo conocen los que la acaban de cagar bien cabrón, pero eso sí, haciéndonos las cool.
Llegamos al salón y todo parecía estar en orden, Nadia no estaba entre los presentes por lo que no sentimos la presión del crimen que habíamos cometido un día antes.
Pasaron las horas y cuando ya casi lo teníamos superado, entra el director de la escuela y me nombra. Las tres tragamos saliva, pero sólo yo me paré y tratando de disimular mi terror me fui con él a la dirección.
Ahí estaban ya esperándome, Nadia, sus papás, mi mamá y por supuesto la contestadora.
No les puedo describir el nivel de nervios que sentía en ese momento pero tenía que conservar la calma y no ceder ante la culpabilidad que a pesar de no haber sido la responsable directa, igual me atormentaba.
Tomé asiento y me preguntaron tal cual como en un juicio. ¿Qué hiciste ayer?
Teníamos ensayada la versión que diríamos, como cualquier vulgar criminal, así que contesté conforme a lo acordado de manera mecánica. Estuve tirando bolazos de nieve con Claudette en el parque y luego nos fuimos a jugar a casa de Alexa.
Sin embargo por alguna razón del destino o mimetización a causa de la amistad Alexa y yo teníamos un timbre de voz bastante similar.
El director me miró fijamente y presionó el botón de play. Ahora sí que …¡ VERGA!
hubiera exclamado por dentro hoy en día. Clarito se escuchaban todas las barbaridades pronunciadas el día anterior. Pusieron ambos mensajes. Todos los jueces y la agraviada voltearon a decirme… Es tu voz.
Yo repliqué, no, no lo es. Lo cual era verdad.
Nadia contestó enojada, eres la única que conoce a Peter, ni Alexa ni Claudette lo conocen, además, es tu voz.
Yo insistía que no era mi voz. Sin embargo no me defendí más allá de eso y entonces el director me dijo. Si no es tu voz… ¿De quién es?
Y en un ir y venir de acusaciones y negaciones me dijo… si no me dices quién fue, te voy a tener que expulsar de la escuela.
No recuerdo a detalle cómo terminó el interrogatorio, pero cuando iba de salida caminando por el pasillo de la secundaria, llegó Alexa a preguntarme detalles. Le dije que no sabían nada de ella ni de Claudette y que me habían expulsado. Lo único que me dijo casi llorando fue… Por favor, nunca vayas a decir que fui yo.
Nadia y sus amigas me dejaron de hablar, un poco me convertí en “niña mal”. Ella siguió siendo “niña bien”. Como dicen, crea fama y échate a dormir. Yo que en apariencia hasta la fecha soy tan “gente mal”, sigo conservando y defendiendo mi esencia y ella que en apariencia sigue siendo tan “gente bien”, sigue conservando y defendiendo la suya.
Por cierto… Mi mamá siempre me creyó cuando dije que yo no había sido y en mi casa nunca me regañaron por lo que pasó. Claudette sigue siendo mi BFF. Pedro Mostachos y Nadia se están enterando de todo esto junto con ustedes.
Y de Alexa solo sé que es algo temida por sus actuales amigas y que sigue siendo “niña bien”.
Moraleja del día del amor y la amistad:
Siempre se tú, a menos que seas una mierda, en ese caso, escoge ser alguien más… jaja.
Fin