BuensalvajeMx, la apuesta por la literatura
Por Jaime Garba
#LibrosAlDesnudo
Cuando mi editor, Felipe Ponce me invitó a formar parte de Buensalvaje México, mi mente no dimensionó el impacto literario que tenía el proyecto, claro, me emocionaba demasiado, sobre todo por el ofrecimiento de hacer la primera entrevista a uno de los escritores que más admiro y respeto: Antonio Ortuño; pero mi inocencia no me permitía vislumbrar el poder que se avecinaba en una revista como esa.
El nombre no me sonaba a pesar de haber Buensalvaje en Perú (fundada por Dante Trujillo), Costa Rica, España y Colombia; pero cuando la busqué en internet la bofetada fue directa: ¿cómo no conocías esta chingonería chavo? Y es que ver la Buensalvaje es como apreciar a una hermosa dama caminando con un libro bajo el brazo, el paquete completo, el deseo de todo lector; hermosa por fuera, con una estética increíble, un diseño editorial cuidadoso, de buen gusto y moderno, que llama la atención hasta a quienes podría importarles un carajo la literatura, pero lo mejor es que al abrirla la balanza se equilibra, los contenidos, que van de recomendaciones, adelantos editoriales, entrevistas, cuentos, poesía, artículos y más, dejan claro que Buensalvaje México, junto sus hermanas, se inserta dentro de las principales publicaciones literarias en lengua española.
Haberla desconocido fue un infortunio que pude remediar involucrándome en el proyecto. Sin chistar acepté la propuesta de Felipe y me lancé a Guadalajara para entrevistar a Ortuño, mi visión era no ir como un reportero sino como un escritor que con un sano morbo quiere conocer a fondo a alguien a quien respeta, creo que de haber sido lo primero, habría fallado, y cómo no si con La fila india dio más de 300 entrevistas. Los nervios y la presión era mucha, un tiraje de 30 mil ejemplares y saber que existe un séquito de seguidores de Toño me exigía dar lo mejor de mí. Y así lo intenté, dándose una conversación donde de su boca salieron vastas cosas interesantes: sus inicios como escritor, sus frustraciones, su perspectiva de la escritura, el mundo editorial, y su nueva novela: Méjico, una joya que gracias a la consigna tuve la oportunidad de leer y adentrarme a esas sutiles metáforas de la idiosincrasia mexicana que Ortuño esconde detrás de una prolífica narrativa y de las cuales estaría muy orgulloso Ibargüengoitia.
Una vez terminada la misión esperé desesperadamente, dándole lata a Felipe, contando los días, imaginando cómo quedaría la portada, mi texto y los otros contenidos. Días en los que, mientras mi imaginación andaba volando alto, Felipe y su equipo trabajaban sobre la ardua realidad que es publicar una revista de 40 páginas. Conforme la fecha se acercaba el ánimo se sentía grato, quienes sabíamos del proyecto lo cacareamos porque de alguna forma debíamos sacar nuestra emoción, las expectativas crecían hasta que llegó el día de la presentación pública de Buensalvaje México.
Aquella mañana de miércoles 30 de septiembre Felipe me escribió temprano, en el mensaje apareció una imagen, la portada roja que mostraba a Ortuño con una gorra de tela y una chamarra de cuero negra; su mirada hacia al frente, indescifrable, me hizo pensar que pudo haber estado pensando al momento de la toma sobre el absurdo de la política de nuestro país, sobre su próxima novela o quizá tarareando en su cabeza alguna canción de Los Pixies, no lo sabré, mas el juego se prestó interesante. En la misma portada hay otros datos que elevan la euforia, un adelanto de una novela de Jaime Mesa, una conversación con el escritor norteamericano Joe Meno, cuyo libro Los peinados de los malditos está por publicarse en Ediciones Arlequín, entre otros relatos y textos no menos importantes. El sol ya calaba y ya iniciada la rutina diaria la noticia se corrió, lectores, escritores, editores, mucha gente del medio celebraba Buensalvaje México, no pocos la pedían y preguntaban dónde se adquiría, no era sólo la emoción de un nuevo proyecto literario, era que ellos sí conocían la relevancia y la garantizada calidad con la que nacía la revista, adquirida por dos partes, por un prestigio llevado en el nombre, y por el sello profesional de Felipe, su gente y los colaboradores.
Buensalvaje México es una publicación que en voz de su director, desea seducir a los lectores a través del texto y sea una referencia indiscutible para quienes buscan buenas recomendaciones.
La revista es gratuita y está disponible principalmente en Guadalajara y la Ciudad de México, para saber dónde la pueden adquirir o incluso suscribirse pueden visitar la tienda de Ediciones Arlequín: edicionesarlequin.com.mx, que ofrece un paquete interesante.
Cierro con este párrafo de Ponce que creo engloba el proyecto, el cual siento como el alma de esta publicación bimestral, augurándole mucho éxito y miles de lectores.
“Buensalvaje México es una revista de literatura, de libros, donde se pone un énfasis en la narrativa… No hay un espacio como tal en México, de hecho esa ausencia de medios en cada uno de los países donde tiene presencia fue el motivante y ha sido una parte de su éxito.”
