SEXO SALVAJE, ELIMINA TODAS LAS HUELLAS QUE TE DELATEN
Cubrir las huellas del sexo salvaje es una necesidad para quienes tienen sesiones intensas casi todos los días y por cuestiones laborales o familiares necesitan ocultarlo a toda costa. También, le ponemos un poquito de humor al asunto.
Aquí lo que a lo mejor no se te había ocurrido para borrar toda huella de sexo salvaje o simplemente no habías tenido necesidad hasta ahora de hacerlo:
Problema: Arañazos en la espalda. Tu mujer te dejó con más marcas que una tienda departamental.
Solución: Pídele a tu chava que se corte las uñas y deja de ir al gimnasio hasta que tus heridas se curen o báñate en tu casa. Por el trabajo no hay que preocuparse a menos que seas estriper, boxeador, nadador o protagonista de Acapulco Shore y te guste farolear todo el día andando sin camisa.
Problema: Raspones y quemaduras. La alfombra te dejó la piel de los brazos y las piernas como si te hubiera arrastrado un gran danés.
Solución: Duerme con ropa vieja para que puedas untarte vaselina en las heridas o árnica para que cicatricen más rápido. Di en tu chamba o en casa que te vas a ir a jugar fut a la mañana siguiente y con eso tendrás la mejor coartada.
Problema: La cabecera de la cama casi atraviesa la pared. A tu chava y a ti les gusta la rudeza sexual, amarrarse a la cabecera de la cama es uno de sus deportes favoritos (y la razón por la que el vecino te quiere matar todas las noches).
Solución: Es muy simple, quita la maldita cabecera y busquen formas más creativas de amarrarse, por ejemplo, hagan los nudos en las patas de la cama o mejor aún, instala unos ganchos al techo desde donde puedan agarrarse las cuerdas.
Cubrir el sexo salvaje es tanto una necesidad como una forma de divertirse post sexo. Buscar formas más creativas de tener sexo puede ser tan retador como encontrar maneras de cubrir sus pasos.
