CAMPO BAJA: COMO PEZ EN EL AGUA
Campo Baja es un restaurante con buena comida: pescados y mariscos. “Nos enfocamos en un estilo de cocina que sigue vigente en los campos pesqueros y con los productores agrícolas, donde el pueblo más cercano está a 12 horas manejando”, refiere Ezequiel Hernández, el cocinero del lugar.
FOTOGRAFÍAS DE CAMPO BAJA
Él nació en La Paz, Baja California Sur, pero radicó en Ensenada durante muchos años y acompañaba a su papá a explorar los campos pesqueros “buscando el mejor producto”, algo que sucede en la filosofía japonesa y por la cual se guía, tanto en la producción como en el servicio que brinda en el restaurante.
“Somos un grupo familiar llamado De Garo que comenzó hace 16 años, nosotros somos pescaderos, somos distribuidores. Tenemos calidad y respeto por el origen de los productos del mar. Mi papá se dedica desde hace más de 25 años a pescar pescados y mariscos junto con mi tío, quienes se enfocaron a exportar a Japón, China y Taiwán; principalmente erizos, langostas vivas y baquetas”, rememora.
CAMPO BAJA SE SURTE DIARIO CON TRES PROYECTOS DE PRODUCCIÓN: UNO EN BAJA CALIFORNIA, OTRO EN OAXACA, Y UNO MÁS EN VERACRUZ. TE RECOMENDAMOS LA TOSTADA DE ATÚN, UNA DE LAS MÁS FRESCAS Y EXQUISITAS DE LA CIUDAD.
Con este contexto, en tu visita a Campo Baja es obligatorio probar los ostiones, las conchas, las almejas y los cocteles. Aunque también son imprescindibles la tostada de atún, la machaca de pescado y el ceviche, además de innovaciones como el tlacoyo de pulpo y el tuétano con erizo.
Soy lo que ves
El restaurante abrió en noviembre de 2015 y la carta ha cambiado desde la estructura hasta los platillos mismos. “Me gusta replicar lo que en mi familia es parte del comedor, porque la convivencia no empieza cuando mi mamá me habla para comer, sino cuando nos llama para que cocinemos juntos”.
Por ello, todo el concepto del restaurante está tomado de Cuatro Milpas, el rancho en el que viven sus padres y al que los llevaron a sus hermanos y a él desde que tenía nueve años de edad. “No había agua, luz ni teléfono. Preparar la comida y comer eran partes fundamentales porque no había más nada qué hacer”.
De acuerdo con Ezequiel, los detalles y adornos de Campo Baja son de madera recuperada de un muelle de Estados Unidos: aprovechan desechos de astilleros, algo muy arraigado y que conforma parte de la cultura de Baja California.
El restaurante, ubicado en una planta alta se divide en dos espacios abiertos, uno de ellos corresponde a la terraza. La atmósfera la conforman también la música con tintes tropicales, y te puedes refrescar con cerveza, mezcal y aguas de sabor. También existe la opción a degustar vinos procedentes del Valle de Guadalupe.
“Históricamente no estamos educados para admirar nuestra riqueza del mar, porque somos un país exportador. La gastronomía de Baja California se caracteriza por la ausencia de pretensiones. Me regañan por decir esto, pero es que nosotros seguimos siendo unos rancheros. Y cuando un ranchero se quiere poner formal sólo le pone moñitos a las botas”, celebra Ezequiel.
POR ELIZABETH SANTANA @ELIXMORGANA
FOTOGRAFÍAS DE CAMPO BAJA
