TRAVIS: ME ENAMORÉ DE LA MAMÁ DE FRAN

Por Magda P. Machuca 
Fotografías cortesía de Pepsi Center

Hace menos de dos años que Travis se había presentado en nuestro país pero en la más reciente ocasión escuché esto:

-¡Ya le dije a mi primo que salga al escenario!

Así bromeaban dos chavorucas. Entre ellas se animaban mientras esperaban a que los escoceses aparecieran en el escenario. Travis son 4 tipos que, en palabras de su vocalista Fran, llevan más de 26 años siendo amigos. Y como toda banda ya entrada en añitos coverean sus propios éxitos.  La gente que va a verlos ni siquiera pertenecen a la misma generación que ellos. Hay niños, chavorrucos, millennials y hasta las mamás de estos últimos.

Cuando el concierto inició, la segunda canción fue “Sing”. Una de esas rolas que cada vez que la tocan pareciera que los años no han pasado. Ahí estaban, Fran Healy con una camisa negra a rayas, jeans, el cabello amarado en chongo y sin su característica barba.

-Sí,  ya se la quitó, ha dejado de ser un montañés –decían las chavorrucas.

Juntas coreaban “If you sing, siiiiing, sing, sing, sign”. Luego de esa vinieron otras como “Closer”; su más reciente hit “3 miles high”, “Side”, “Why does it always rain on me?”, “Turn” y “My eyes”. A la mitad del concierto Healy se encontraba en brazos  de las chavorrucas –literalmente- porque se bajó del escenario para ser levantado por su público.

“¡Tómenlo con calma”, decía. Pero por supuesto nadie lo hacia. No siempre se ve al líder de Travis tomar su micrófono tan cerca de  sus fans. Porque los seguidores de la banda no son sólo las típicas chicas que gritan hasta desgarrarse garganta.  También hay las que se lo quieren comer cuando lo tienen a la mano.

-Me enamoré de la mamá de Fran, aunque no sé quién es –dijo una de nuestras heroínas, cuando escuchó que él confesó: “Esta canción se la escribí a mis padres” .

La chavorruca ya lo sabía. Porque en los tres últimos conciertos que ha ido a verlos siempre lo menciona. Pero esa no es la única que le toca fibras sensibles. “Re-offender” le recuerda aquel fatídico amor que le regaló un oso de peluche al que bautizó como Fran, pero que el exnovio infame se quedó.

La chavorruca observa las manos del cantante tocar con ferocidad la guitarra y ella se imagina a los padres del líder de Travis peleando.

-Tal vez no volveremos a ver a Travis pronto. Sin  embargo, quedarán para el recuerdo sus letras sencillas que dicen lo que muchos quisiéramos.