SE SACUDEN A ALICE GLASS CON SALVAJE SHOW EN EL PLAZA

Por Mario Alberto Cabrera

Óscar Villanueva (OVD) / Cortesía

Admito que cuando supe que Crystal Castles venía a México lo único que pasaba por mi cabeza era que ya no habría más Alice Glass sobre el escenario. Admito que su nueva vocalista, Edith Frances, me remitía a una de esas “niñas bien” que jugaban a disfrazarse de punk. Admito que anoche llegué al Plaza Condesa cargado de prejuicios. Admito que me equivoqué.

Cuando hace tres años, Glass alegó diferencias creativas y personales con Ethan Kath para abandonar la banda, muchos pensaron (pensamos) lo peor. Era triste saber que, en adelante, ya no seríamos testigos de su explosiva personalidad frente a las masas. Sin embargo, ayer Crystal Castles demostró que su capacidad para inducir a la histeria colectiva no yacía solamente en la cantante canadiense, sino en la energía que durante años ha provocado su música.

Después de las 9:30 de la noche, la banda aparecía sobre el escenario por vez primera en medio de silbidos y gritos de quienes anhelaban verlos. De inmediato las miradas se enfocaron en Frances, quien a pesar de haber librado con creces su desempeño en el estudio, luego de haber prestado su voz al cuarto disco de la banda, se encontraba frente a su prueba más grande: verse cara a cara frente a un público que mantenía indeleble en la memoria el rostro de Glass.

Sin embargo, una canción bastó para disipar cualquier atisbo de nostalgia. La voz de Frances se mezclaba con los beats de “Intimate” y el público comenzó a entregarse al desenfrene. El prematuro éxtasis cortesía de los incesantes saltos del público fue tan contagioso, que cuando se escuchaba “Baptism”, la rubia desencadenó su bestial personalidad vaciándose una botella con agua sobre la cabeza y vociferando con fuerza a la audiencia.

Las rolas fueron pasando y el Plaza se caía a pedazos gracias, en gran medida, a las atascadas secuencias de Kath, quien parecía empeñado en volar las bocinas del lugar, y a los intensos golpeteos de Christopher Chartrand a la batería. “Kerosene” terminó y la dupla se reunió detrás de los sintetizadores para hacer sonar “Teach Her How To Hunt”. Haciéndole honor a la canción, Ethan dejó sola en el escenario a Edith para que fuera ella quien tomara el control de la situación. Encendidos los ánimos, el músico regresó para que juntos cimbrarán el lugar con “Enth”, una de las mejores canciones de la noche.

Cuando comenzó a escucharse la pegajosa secuencia de “Crimewave”, una inyección de bríos sacudió a todos los presentes. Desde su trinchera, Kath incitaba al caos y sonreía orgulloso de lo que su creación provocaba en las casi 2 mil almas que llenaron el Plaza. Por su parte, Frances, casi felina, recorría a gatas el escenario y se enredaba con violencia en el cable del micrófono sobre el cuerpo antes de darse un nuevo baño de agua y mojar sin piedad a los fanáticos más cercanos del entarimado.

“Celestica” fue la canción elegida para la primera despedida de la noche, un break que fue aprovechado para que los melómanos recargaran energías y para acabar con los últimos insumos de alcohol que corrió a raudales en el lugar.

A su regreso, el dúo se lanzó con todo y desató un pandemónium con “Wrath of God”, pero cuando inició “Not In Love”, el show alcanzó un nivel indescriptible con aires de euforia. Mientras unos cuantos se desgañitaban la garganta, en una inequívoca señal de que la canción removía algunas de sus más fibras más profundas, otros preferían inmortalizar el momento en su Smartphone.

Nueva salida en falso, pero esta vez con un regreso más rápido. Los músicos estaba de vuelta en el escenario esta vez para culminar la noche entre saltos (como fue el caso de Kath) y azotones contra el suelo (Frances) con “Concrete”.

Es cierto, ya no había más de esa Glass que lo mismo le daba aventarse a un mar de manos o que pateaba luces estroboscópicas sobre el escenario a la menor provocación. Pero eso poco importó anoche, pues Frances dejó en claro que su descomunal personalidad es lo que hacía falta para acabar con esa nostalgia y dejar en claro que hay Crystal Castles para rato.