ENJAMBRE ATESTA UN AGUIJONAZO SONORO
Por Mario Alberto Cabrera
Con su concierto de anoche, Enjambre le hizo honor al nombre que hace casi 19 años eligieron para bautizar a su propuesta musical. Y es que las veintidós canciones que ayer cimbraron al Teatro Metropólitan emularon los aguijonazos certeros provenientes de una multitud de abejas que, en vez de veneno, inyectaron una sobredosis sonora en el torrente sanguíneo de los asistentes.
“Celeste” fue la primera canción en escucharse luego de que uno a uno los integrantes de la banda fueron apareciendo en el escenario en una presentación colmada de aplausos y silbidos. Luego de hacer vibrar el recinto capitalino con “Argentum”, la banda no dio tregua y siguió inmediatamente con “En tu día”, primer adelanto de su nuevo material Imperfecto Extraño, en un deliberado movimiento por dejar al descubierto donde están enfocadas, hoy por hoy, sus inquietudes creativas. Primer Aguijonazo.
Repentinamente una trepidante combinación con sabor a pasado sacudió los sentidos de los presentes. Uno, dos, tres, cuatro. Ese fue el número de éxitos de antaño que la banda recetó sin piedad. “Nueve”, “Manía Cardiaca”, “Visita” y “Eliza mi Hortaliza” provocaron que el público externara su euforia desgañitando sus gargantas. Aguijonazo de nostalgia.
La combinación de rolas nuevas y añejas se hizo latente toda la noche. Estaba claro que Luis Humberto Navejas y compañía claramente se plantearon ofrecer un setlist all inclusive. La selección de canciones también le permitió al grupo dejar en claro su versatilidad y que, cuando se lo proponen, también saben rockear y provocar el headbanging, como en “Nudo”, un corte instrumental más pesado. Aguijonazo de innovación.
Con “Amenaza” (que por cierto tocaron por primera vez en vivo, en un hecho que los más clavados agradecieron dejando escapar algunas lágrimas) y “Tercer Tipo”, Enjambre realizó su primera salida en falso de la noche. Primera, porque minutos después de la supuesta despedida real, la banda fue incapaz de ignorar los gritos de sus fanáticos por un poco más de música y regresaron por segunda vez al escenario.
Ya con el Metropólitan a la mitad de su capacidad, luego de que algunos pesimistas cruzaron la salida tras ver las luces iluminar el inmueble, el quinteto regreso para tocar “Ausencia de Cocina” y así acertar el aguijonazo final que anestesió las ansias musicales de los fans.
