PLATICAMOS CON EIZA GONZÁLES POR “BABY: EL APRENDIZ DEL CRIMEN”

Baby tiene Tinnitus, un trastorno que le hace escuchar zumbidos, los cuales ahoga con una serie de grabaciones que él mismo edita entre audios de distintos géneros musicales que le dan un plus a la película “Baby: El aprendiz del crimen”, que presentó Sony Pictures México este fin de semana. Y motivo por el cual, el director de la película, Edgar Wright, y parte del elenco, Ansel Elgort y Eiza González, visitaron México.

Platiqué con Eiza, quien dijo que “Baby: El aprendiz del crimen” es definitivamente una historia de amor casi como la de Bonnie y Clyde: “esa que todos quisiéramos, tipo yo muero por ti y hago todo por ti. Y que creo que todos tenemos adentro, ese romance de querer que maten por nosotros. ¡Y ellos son esta relación explosiva de peligro, pasión y amor! La gente se puede identificar con esta pareja enigmática e inocente”.

Respecto a su papel como Darling explicó que fue muy dinámico porque hizo ping pong con un grupo de actores, quienes escenifican robos en autos a toda velocidad. “Y todos estamos alrededor de Baby. Por lo que desarrollar este personaje, entre protector y bipolar hizo que en cada escena sacará algo diferente para que la gente se enamorará de mi papel y lo que le pase a ella”.

Y aunque Eiza es mexicana y le pregunté sobre las fronteras dentro del cine, afirmó que no importa en qué parte del mundo veas “Baby: El aprendiz del crimen”, porque donde sea te sentirás identificado. “¿Qué pasa hoy en el mundo? ¡Que todos somos ciudadanos del mundo! Ya no es un <yo soy de México, tu afroamericano y tú asiático> porque somos una mezcla y esta película refleja lo que es el mundo, multiculturalidades”.

“Darling, mi papel, es una mujer y es parte de una relación de pareja. Me entusiasma que no se sigan tendencias ni estereotipos respecto a este tema”, concluyó.