ALESSANDRA ROSALDO: “YA TENGO QUE USAR LENTES PARA LEER”
Me platica Alessandra Rosaldo el momento en que hizo conciencia de cuánto había pasado desde la formación de Sentidos Opuestos.
“Cuando me tuve que poner mis anteojos para leer las letras de un disco”, dice entre risas.
El primer disco del dueto integrado por ella y Chacho Gaytán se llama precisamente “Sentidos Opuestos” y fue publicado en 1993. Entonces ella tenía 22 años. Hoy, con orgullo, dice: “tengo 46 y me siento muy bien. Me gusta cuidarme y sentirme orgullos da de todo lo que he vivido”.
Por Arturo Flores
Tal vez no sea el caso de todos los fans que crecieron con ella. Algunos pudieron ganar kilos o perder cabello, pero sin lugar a dudas no se vacunaron contra la nostalgia. Razón por la cual los conciertos que el reformado grupo ofrece junto a Kabah, Moenia, Magneto y Mercurio son una garantía de éxito. Este miércoles 18 de octubre “Únete a la fiesta” volverá a subir al escenario del Auditorio Nacional.
La calle de las sirenas
Vía telefónica en conjunto con Alessandra, Sergio O’Farril, integrante de Kabah, coincide en que esta gira ha dejado al descubierto los gustos culpables de quienes en la década de los 90, renegaban del pop pero hoy día irán a bailar al ritmo de “La vida que va” y “Te necesito”, entre otros de sus éxitos.
“Por fortuna, han caído en desuso esos prejuicios. Ya no se trata de que seas rockero-rockero o que en tu corazón habite exclusivamente en pop. Te gusta la música y punto. Puedes rockear con Metallica y al otro día, irnos a ver a nosotros”.
Aunque indiscutiblemente las reglas de la industria han cambiado, desde que en 1996 canciones como “¿Dónde están?”, de Sentidos Opuestos, y “La calle de las sirenas”, de Kabah, sonaban a cada momento, ambos artistas no consideran que deben parte de su popularidad a la piratería que se realizó de sus discos.
“No, la piratería siempre me hizo mucho daño a la música. No sólo a los artistas, sino a quienes indirectamente viven de la música. Los ingenieros de sonido, los que diseñan las portadas. Afortunadamente las cosas han cambiado. La gente sigue consumiendo música, pero en formatos digitales. Y la paga por ella”, concluye Alessandra.
