250 REPRESENTACIONES DE BILLY ELLIOT MÉXICO
Llegué al Centro Cultural Plaza Cuauhtémoc Teatro 2 y en la mesa de prensa me dieron dos boletos para la función que no era como las de un domingo común, esta era especial: se develaría la placa de las 250 representaciones en México del exitoso musical de Londres y Broadway.
En el lobby del teatro estaba instalada una alfombra roja, y por ella desfilaban decenas de celebridades del mundo del teatro y del espectáculo mexicano. Posaban frente a las curiosas cámaras fotográficas de los muchos medios de comunicación que se dieron cita esa tarde para cubrir el importante evento. Entre los flashes y las cámaras de televisión entramos al recinto mi acompañante y yo, y nos dirigimos hacia un área especial donde está instalada una pequeñita exposición con maquetas, fotografías y diagramas que explican que la producción mexicana tiene una escenografía y una iluminación creadas especialmente para nosotros, lo que le da un toque más fresco y la hace visualmente diferente a las de Londres o Broadway.
La tercera llamada se anunció, y ya sentado en mi lugar vi cómo poco a poco las luces de la sala disminuían para dar paso al comienzo de uno de los mejores espectáculos que he visto en México.
Esta es la historia de un niño de clase obrera y huérfano de madre que, por azares del destino, termina asistiendo a las modestas clases de ballet que se imparten en el gimnasio donde originalmente debía boxear. La maestra de danza ve en él un gran potencial como bailarín y lo impulsa —en contra de su padre, de su hermano y del difícil momento que su familia está pasando debido a la huelga de mineros de Inglaterra de 1984 (época en la que se sitúa la trama)— para que audicione a la Royal Ballet School of London. Finalmente, el gran talento de Billy, la insistencia y dedicación de la profesora, y el apoyo de la familia del chico, logran que el incipiente bailarín sea aceptado y becado en la Academia de ballet.
Al término de la función, y después de una calurosa ovación de pie, Alejandro Gou subió al escenario y pidió a todo el personal técnico y de detrás de bambalinas que subiera para agradecerles el arduo trabajo y dedicación de cada uno de ellos, el cual ha hecho posible el éxito de esta nueva y muy mexicana versión del famoso musical. Después de dirigir estas palabras de agradecimiento llamó al escenario a la invitada de honor: la primera bailarina de la Ópera de Berlín, la mexicana Elisa Carrillo, quien dirigió unas emotivas palabras al elenco y técnicos, y después se dirigió al público, haciendo hincapié en la importancia del apoyo de la familia al perseguir nuestros sueños: “Todos llevamos un Billy dentro de nosotros”, dijo. “Es muy importante no olvidar nuestros sueños nunca y hacer todo lo posible por alcanzarlos, así como Billy”. Al terminar las palabras de Elisa, Alejandro y ella procedieron a develar la placa que conmemora las 250 representaciones de esta producción y, entre aplausos y el anuncio del término de la temporada en la Ciudad de México y una gira por todo el país el próximo año, el telón descendió… dando final a una noche de celebración y grandes satisfacciones para todas las personas que forman parte de esta majestuosa puesta en escena.
Para el montaje mexicano se hizo un gran casting por todo el país, y se logró encontrar a cinco niños que, alternando funciones, interpretan el papel de Billy, acompañados de un gran reparto que incluye a Anahí Allué, Laura Luz, Hernán Mendoza y Norma Lazareno, quien este año está cumpliendo 60 años de ser actriz.
Billy Elliot, el Musical, es una obra de teatro creada originalmente en Londres, dirigida por Stephen Daldry, con música de Elton John y coreografías de Peter Darling, basada en el filme Billy Elliot del año 2000, dirigido también por Daldry.
Este montaje estará presentándose en la Ciudad de México en el Teatro 2 del Centro Cultural Plaza Cuauhtémoc, de viernes a domingo hasta el 30 de diciembre de este año, para después empezar una gira por el interior de la República que comenzará en enero en Guadalajara y visitará las ciudades más importantes del país. ¡No dejes de verla!
Por Federico Arista Proa
