Varekai, el Cirque du Soleil no son vacaciones

“No es una vacación trabajar para el Cirque du Soleil”, expresa en perfecto español la canadiense Isabelle Corradi, que en 1994 se unió a la compañía para cantar el ya muy famoso tema “Alegría” y que además de las canciones de “Saltimbanco”,  1997 a 1999, desde 2004 se integró a “Varekai”, el espectáculo que este fin de semana concluye una exitosa temporada desde septiembre.

 

Lo más usual, cuenta Isabelle, es que sus amigos le digan “trabajas para el Cirque du Soleil”, puedes viajar por el mundo. Sin embargo, pocas son las veces que tiene la oportunidad de explorar los lugares que visita, debido a la intensa carga de ensayos y presentaciones que tiene.

En ocasiones, tiene que ofrecer hasta ocho funciones en una semana, lo que representa un desgaste importante en la voz.

 

“Tengo que cuidarme mucho”, explica, “no puedo arriesgarme a enfermar y todo me afecta: la altura, la temperatura y hasta las horas de sueño. No puedo desvelarme demasiado ni exponerme a los aires acondicionados. Si me enfermara, no haría playback, eso sería deshonesto con el público que pagó un boleto”.

 

“Varekai” es la historia de un joven que cae del cielo en medio de un bosque misterioso, habitado por criaturas fantásticas. La palabra “Varekai” significa ‘en cualquier lugar’ en lengua romaní. Desde el 15 de septiembre se presenta en la Carpa Santa Fe, donde este domingo tendrán lugar las últimas funciones antes de partir definitivamente de México.

Para ello, Isabelle se ha cuidado muchísimo. Suele practicar yoga todas las mañanas, además de realizar ejercicios provenientes de los monjes tibetanos, que le permiten incrementar sus rangos vocales. También hace natación y bebe grandes cantidades de agua con limón.

 

 

“No todos en el Cirque du Soleil somos clowns o acróbatas. Hay quienes trabajamos con la voz y es un instrumento que también se cansa”, asegura.

 

Hermana de Violaine Corraide, compositora de la música del Cirque du Soleil, Isabelle considera que el papel de la música en “Varekai” es muy importante: “porque se nos olvida que los artistas son seres humanos y no máquinas; son hombres y mujeres acróbatas en algunos casos se están jugando la vida y nuestro papel es transmitir esas sensaciones al público”.