SILVIA OLMEDO: ME ARREPENTÍ DE NO ACOSTARME CON MI MÚSICO FAVORITO
Quedaron, pero ella no llegó a la cita. Se considera feminista, y la sexóloga Silvia Olmedo, tiene una respuesta astuta a la pregunta: “¿Has tenido sexo con otra mujer?”.
¿Cómo llegó el sexo a tu vida?
A solas…
Has escrito cuatro Best Sellers. ¿Cuál es el que más te ha ayudado como persona?
Como doctora en psicología, Detox Emocional me movió más el tapate que el resto. Tras acabarlo hice el ejercicio que viene al final del libro y me sorprendí al darme cuenta que estaba con gente tóxica, incluso letal.
¿Qué es ser tóxico?
Hay muchos tipos de toxicidad: laboral, digital, relaciones y gente tóxica. Básicamente todo aquello que nos hace daño pero que entra en nuestro sistema de una manera gradual casi sin darnos cuenta. Poco a poco hacemos concesiones emocionales, nos sentimos forzados a dejar de ser quien somos, o a hacer cosas que no queremos, nos sentimos maltratados por esa persona.
¿Has llegado a ser una persona tóxica?
Sí, en el momento que hacemos chantaje emocional para conseguir algo ya estamos siendo tóxicos, y yo confieso que hago mucho chantaje emocional con tal de escaparme a Tulum un fin de semana. Lo más importante es el grado de toxicidad.
¿Cuál es tu primer recuerdo donde la palabra sexo fue la protagonista?
En el colegio de monjas una niña lo mencionó y la castigaron de cara a la pared.
En el ámbito sexual, ¿Silvia Olmedo tiene límites?
Sí, el respeto a mí misma y a la otra persona, nunca hago algo que considero que me puede hacer daño o hacer daño a terceros.
¿Qué es lo que las personas te consultan en redes sociales?
Sobre rupturas amorosas o cómo recuperar a la persona que te ha dejado.
¿Qué es lo más “no puedo creer esto” que te ha llegado en los comentarios de redes sociales?
No los quiero repetir pero los comentarios que he visto homofóbicos me han roto el corazón, desgraciadamente todavía hay mucha homofobia.
¿Cómo crees que la tecnología ha cambiado nuestras relaciones sexuales?
Las nuevas tecnologías nos han acercado al sexo y alejado del amor. Por una parte han facilitado encontrar a alguien para tener relaciones sexuales, y por otra han dificultado entablar relaciones más profundas. Nos han quitado presencia, descuidamos las relaciones de carne y hueso para centrarnos en ese sinfín de candidatos potenciales que tenemos en el mundo cibernético. Creo que no somos conscientes, pero estamos empezando a cosificar nuestras relaciones.
¿Cómo se define Silvia Olmedo?
Es una apasionada de la psicología, disfruta estar con la familia, los amigos; ama la playa, la música, el cine, la lectura. Una apasionada de la vida.
¿Ha cambiado la imagen de “el macho mexicano”?
Sí, mantiene las costumbres de ser “galán”, pero le da más importancia a ser buen padre. El macho mexicano es un hombre seguro que quiere que crezcas como mujer porque no tiene complejos, te hace sentir una reina más que una princesa porque él tiene claro que es un rey.
Foto: Pavel Anton
¿Eres feminista?
Creo en todo aquello que busque la igualdad de derechos entre los seres humanos. Todavía hay una gran desigualdad entre hombres y mujeres, y creo que todos tenemos que seguir luchando, por eso sí me considero feminista. A lo largo de la Historia, los hombres nunca han sido tan buenos padres como ahora, las y los feministas también luchan por esto, por la igualdad de derechos de estos hombres que quieren ser padres, y hay mujeres que les usurpan esa libertad. Ningún sexo se debe imponer al otro.
Machismo y feminismo, ¿crees que nuestra sociedad está encontrando un punto neutro entre estas dos palabras?
El otro lado del machista es la feminazi y eso no tiene nada que ver con el feminismo.
¿Cómo es el sexo mexicano?
Salvo con uno que era de clóset y yo su tarjeta de presentación de heterosexual, maravilloso. Todavía recuerdo que cuando estudiaba criminología en Holanda las fiestas más divertidas eran las que organizaban los mexicanos. Comida, música, bohemiadas y luego caíamos todas, eran los que mejor conocían el ritual del cortejo, los pre y postliminares. Definitivamente los mexicanos saben cómo seducir.
¿La pansexualidad —donde la atracción se siente hacia individuos, independientemente de su género— está siendo tendencia?
Siempre ha estado ahí, desafortunadamente la sociedad ama las etiquetas. Siento que poca gente se va a conformar con que le digas: soy pansexual.
¿El cibersexo es sano?
Si no se abusa y no se observan imágenes que representen daño para otras personas, es una opción. El problema es que su abuso está creando adictos al cibersexo y a la pornografía en Internet; además, la mayoría de las páginas muestran de manera errónea la sexualidad.
¿Has tenido sexo con mujeres?
¿A cuántos de tus entrevistados hombres les preguntas si han tenido sexo con hombres?
¿De qué te arrepientes?
De haber hecho daño a gente que quiero con mis palabras, pido perdón pero el dolor ya está hecho. Y de no acostarme con un músico que fue mi fascinación por años; quedamos y no aparecí, no sé lo que me pasó.
Muchas personas necesitan el apoyo de una psicóloga. ¿A quién acude una experta como tú cuando necesita ayuda?
A un psicólogo, si todos vamos al médico para hacernos una chequeo de rutina también debemos ir al psicólogo.
¿Cuántas veces recomiendas tener sexo para que una relación funcione?
Depende mucho del apetito de una persona. Forzar las relaciones para cumplir con una cuota tiene un efecto muy negativo en el desempeño sexual, y en la relación de pareja no hay palabra que mate más el deseo que la palabra “cumplir”. Por otro lado, hay fast food y fast sex, te confortan momentáneamente pero no te nutren, es más, te dejan vacío. En lo personal, prefiero esperar y deleitarme con un manjar que quitarme el hambre con cualquier cosa. El sexo es más sagrado de lo que creemos, hay intercambio de todo, incluso de vibras. No es recomendable que te des ni te entregues a cualquiera.
