#PlayboySeLee: Geografía cervecera en Europa

Guillermo I, duque de Bavaria, decía: “Denme una mujer que ame beber cerveza y conquistaré al mundo”, aunque tal vez realmente el mundo sea la tierra conquistada por esta bella mujer a la que llamamos cerveza, con cualidades específicas dependiendo del país que provenga.

 

En la actualidad, se vive un boom por la cerveza a nivel mundial, por lo que realmente vale la pena, y mucho, saber que dependiendo del país de origen escrito en la etiqueta de la botella encontraremos una gran variedad de aromas colores y sabores.

 

Aunque son tres las grandes escuelas cerveceras consideradas con más tradición (Gran Bretaña, Alemania y Bélgica), en la actualidad podemos considerar algunos otros países dentro de la geografía que rige el universo cervecero, tomando casos específicos como Estados Unidos o Nueva Zelanda.

 

 

Los estilos son variables y los hay en lager y en ale, pero lo que realmente hace diferente a Bélgica son los monasterios trapenses Chimay, Westvleteren, Rochefort, Achel, Orval y Westmalle, las joyas de la corona belga, pues sus estilos ofrecen una variedad amplísima: cervezas ámbar, doradas, marrón con notas dulces o con presencia de alcohol, amargo fino, notas a malta tostada o a café son sólo algunas de ellas.

 

Dentro de lo que ofrece el país se encuentran las “Tripel de abadía” con su amargor muy fino, pero un elevado grado de alcohol que va entre los 7 y los 9 grados, con notas florales y especiadas.

 

Hay cervezas frescas como las “Wittbiers”, que son la versión belga de las Weizen en Alemania, por su base de malta de trigo, pero en este caso se le añaden cáscara de naranja y especias para que gane en aroma y en frescura.

 

Las maravillosas “Belgian strong ales”, cargadas de poder en alcohol con hasta 9 o 12 grados, pueden ofrecer notas a caramelo y fruta madura como en el caso de “Delirium Nocturnum” o a flores, hierbas y especias como “Duvel” todo dependerá de si son Golden o Dark.

Una opción muy refrescante son las “Lambics”, cervezas de fermentación espontánea y adjuntos frutales que van desde la cereza, frambuesa o durazno entre otras; ofreciendo más acidez que amargor y un volumen de alcohol de lo más sutil.

 

Así es como las grandes escuelas cerveceras de Europa nos ofrecen infinidad de posibilidades para irnos adentrando poco a poco en el universo cervecero. Ahora que sabes un poco más, ¿se te sigue antojando tomar lo mismo?

 

 

 

Existe una gran variedad de estilos de la familia de las ales. Cervezas más amargas y pesadas, que van de lo ámbar a lo totalmente negro en color, de aromas suaves a caramelo y especias hasta las notas a grano de café tostado o cítricos.

 

Uno de los estilos más representativos son las “Stouts”, cervezas negras, pesadas con aromas a chocolate, tostado, café y un amargor muy marcado, su cerveza insignia es Guinnes, elaborada en Irlanda. Burton on Trent en Staffordshire es la capital de las “Pale ales”, cervezas de un amargor perceptible pero no muy acentuado, ambarinas en color, que puede ser clarificado o turbio y notas a caramelo fruta madura y pan.

 

Otra creación inglesa son las “Indian Pale Ales”, que en intensidad nos ofrecen un amargor muy marcado pero hacia lo cítrico y lo herbáceo; cervezas pálidas, doradas con aromas a lúpulo, flores e incluso notas minerales con un volumen de alcohol de los 7 a los 9 grados.

 

Las “Porters”, consideradas la madre del estilo stout, presentan color marrón y notas a maltas tostadas, además de un amargar no muy agresivo.

 

Una de las microcervecerías más importantes de la actualidad se encuentra en Escocia. Se trata de Brew Dog ,conocida por convertir estos estilos en verdaderas piezas únicas. “The end of history” es una de estas maravillas con sus 55 grados de alcohol. Bitters, Red Ales, Brown Ales, Old Ales, también tienen su origen en la Gran Bretaña.

 

 

 

Los estilos alemanes son en su mayoría “Lager”, y algunos “Ale” que ofrecen una mayor complejidad.

 

Uno de los estilos más producidos es el “Pilsen” y varias localidades cuentan con una versión de esta rubia de entre 4 y 5 grados de alcohol, aunque el estilo surgió realmente en República Checa y sus marcas más conocidas, Heineken y Corona, son holandesa y mexicana respectivamente.

 

Las “Marzens” u “Oktoberfestbiers”, igualmente lager pero con mayor carga de malta que le da a la cerveza una mayor presencia de notas a caramelo y grano ligeramente tostado, cuentan con 5 o 6.5 grados de alcohol. Otra cerveza popular es la “Weizen”, elaboradas con malta de trigo y que en su mayoría no es filtrada; pertenecen a la familia de las Ales y en ellas encontraremos notas a plátano, hierba fresca y grano, además de un amargor muy fino y un bajo nivel de alcohol.

 

“Bock” es un estilo que ofrece mayor cantidad, pues puede ir desde los 5 hasta los 8 grados presentando variantes como las “doppelbock” que los puede elevar al doble. Una joya dentro de la cerveza alemana son las “Kolsch”, la única cerveza a nivel mundial que cuenta con una denominación de origen en su estilo y es producida en la ciudad de Colonia.

 

Aunque los estilos que hemos mencionado son de los más conocidos, Alemania guarda mucho más en cervezas ahumadas como las “Rauchbiers” o mezclas 50 por ciento refresco de limón y 50 por ciento cerveza que nos da una “Radler”.