Luz y Letras: Aquí y ahora

 

El género epistolar es muy antiguo. Utilizar cartas era la manera más civilizada de mantener contacto con otras regiones, reinos o imperios. Después se usaron para cortejar a las damas, declarar la guerra o la paz y para saludar a los viejos y lejanos amigos. Paul Auster y J.M. Coetzee decidieron emprender una comunicación por medio de epístolas llenas de temas interesantes, polémicos y cotidianos pero con un excelso sentido del humor y unas referencias literarias dignas de erudición. 

 

Es el tema sobre la amistad, el motivo o pretexto para incursionar en un diálogo que duró tres años por medio de cartas, se trata de un experimento que  Paul y John decidieron hacer: Mantener su amistad escribiendo sobre cuestiones que les pasaban en la vida y sobre todo abordar temas que discutir y refutar, temas que duraron semanas enteras, como la política, dinero, la televisión, el deporte, el amor, cine, sicología, Freud y sus estudios, etc.

 

Son cartas verdaderamente fascinantes, desde la manera en que están escritas, como su contenido mismo. No sólo se encapsulan en preguntar por la salud de cada uno o de sus esposas. Sus epístolas tienen una carga filosófica impresionante. Citan a Platón, Aristóteles, mencionan a muchos escritores, comentan libros, emiten juicios de valor y defienden sus posturas o dan nuevos puntos de vista. A momentos pareciera como si estuviéramos leyendo tratados de lógica y sus dulces silogismos. A pesar de que la estructura sea el de una carta, el desarrollo es un ensayo virtuoso. ¡Excelente pretexto para presumir su erudición y carrera como escritores!

Sin duda sabían perfectamente Paul y John que sus cartas serían cultas pero graciosas y entretenidas. Cada vez que terminaba de leer una carta, quería leer la respuesta inmediatamente porque te envuelven en sus conversaciones y dan ganas de responderles también. 

 

¿No es toda esa obsesión por los deportes  sino otro ejemplo del conflicto edípico que opera a nivel oculto?

Hombres al fin. Casi medio libro gira en torno al deporte. Agarraron al deporte, sí, metafóricamente hablando, lo desnudaron y lo ultrajaron. Mientras que Paul contaba su afición por el deporte, John hacía una crítica constructiva acerca de la importancia real del deporte y desde luego entró a colación la televisión, los traumas existenciales de las personas y así sin más, cambiaban de tema para regresar nuevamente con el tema en cuestión, el deporte. Parecía una rutina, era un ejercicio literario para ellos donde ejercitaban su mente, discutían, se cansaban y luego volvían a gastar energía.

 

Es un libro adictivo, lo recomiendo ampliamente por su valor cultural. Es muy llamativo leer a dos grandes escritores y ser parte de su amistad y sus conversaciones, John y Paul que sea más íntima la lectura.

 

P.D. Les sugiero que hagan este ejercicio, escriban y platiquen, no nos encapsulemos en los mensajes cortos, démosle vuelo a nuestra imaginación, escojan a su amigo y envíense cartas. ¿Por qué no?

Cordialmente,

Luz.