Jincey Lumpkin, consejos de una lesbiana para hombres

La experta en cuestión es Jincey Lumpkin, ex abogada, pero recientemente entretener de la pornografía lesbia y colaboradora en temas de sexo en The Huffington Post, Curve Magazine y, por supuesto, Playboy.com. Bueno, tal es su reputación, que algunos le conocen como la “Hugh Hefner lésbica”. Dicho esto, vamos a ocupar sus amables lecciones de mujer para complacer mujeres. Tiene su propia columna, pero aquí extrajimos uno de sus trabajos más generales para aumentar la educación del hombre para complacer. DE mujer a hombres les digo, POR FAVOR, lean con atención.

“Claro que los hombres pueden aprender de las lesbianas. Estar abierto a aprender nuevas cosas te da una gran ventaja. Nuestra sociedades limitan el sexo a un pene más una una vagina, pero esta noción realmente limita nuestra experiencia completa de placer. Los invito a limpiar viejas nociones y considerar todo lo que pase en la habitación como sexo”.

“Obviamente la mayor deferencia entre el amor lésbico y el amor heterosexual es que las mujeres no tenemos pene, así que nuestra respuesta al estímulo es diferente. En mi experiencia y platicando con amigas que han tenido sexo con hombres, al parecer el mayor problema es que existe un paradigma predecible y aburrido para la relación sexual: la pareja se besa un poco; el juegas con sus chichis y le quita la ropa tan pronto como sea posible; quizá el se baje con ella; ella le hace sexo oral; luego la penetración y termina el juego. ¡Aburrido! Esta es mi sugerencia: No intentes penetrarla siempre date la libertad de probar algo nuevo. Aplacar la expectativa de que tu “hombría” necesita ser atendida te puede abrir un nuevo mundo para que ambos queden satisfechos.

“Para mí sexo es todo lo que se sienta bien, sensual y me deje satisfecha. Masturbarme frente a mi pareja es sexo; darle con un cinturón mientras se masturba es sexo; sexo oral con dedos dentro de mí es sexo; incluso jugar con sus pezones por largo tiempo hasta que prácticamente tenga un orgasmo es sexo. Otra vez, debido al mito de procreación que rodea al sexo, con frecuencia ignoramos las experiencias más deliciosas. Mi método para llegar es recostarse sobre mi estómago y tocar mi clítoris mientras mi pareja me estimula con los dedos. A mí me gusta que llegue profundo con los dedos, no tanto que entre y salga. Así llego muy fácil y muy fuerte.

“Hay muchos. Pensar que como ambas somos mujeres debe ser sexo suave, y no, realmente me gusta el sexo rudo. También existe la idea de que, como somos mujeres, sabemos instintivamente lo que les gusta a las mujeres. Tristemente no. Justo como los chicos, luchamos para aprender sobre nosotras y nuestras amantes. Nada es más fácil o más natural en el sexo entre mujeres. La sensualidad requiere enfocarse en las sensaciones de tu cuerpo. La vergüenza y sentimientos negativos se interponen en el camino. Tienes que apagar todo eso para sacarle el mayor provecho al sexo.