#DifícilDeCreer: El sexo lo explica todo

Si la ociosidad es la madre de todos los vicios, la sexualidad es la musa que inspira millones de ideas para el diario rechinar de catres.

Aquí mi versión particular de algunas cosas que nos han hecho creer:

 

1. Si el amor hacer girar el planeta, para mí el sexo es el responsable de los terremotos. No acepto que un temblor se produzca por la liberación de energía en las placas tectónicas. Tengo un pensamiento más atrevido al respecto; un terremoto es el resultado de la acumulación de orgasmos que sacuden las nalgas en alguna región de la Tierra. ¿Acaso no es una linda explicación sobre los sismos? Y obvio, si hay un maremoto es porque seguro una sirena disfrutó la portentosa penetración de un tritón.

 

2. Hay día y noche porque el planeta gira alrededor del Sol y también sobre su propio eje, es lo que nos han enseñado en las clases de geografía. Aquél que sólo crea en esta idea, de seguro es porque nunca ha entendido que la naturaleza en su perfección, diseñó la oscuridad para arrancarnos la ropa, despojarnos de ingenuidad. Ciego el pudor en las sombras, el trabajo duro es para el tacto, el oído, el gusto y el olfato.

 

 

3. Los libros de anatomía humana nos explican que la función de los músculos glúteos es dar estabilidad a la pelvis y mover las piernas para caminar o correr. ¡A quién le importa este argumento médico! Por años hemos sido conejillos de Indias experimentando funciones inolvidables. Sí, los glúteos dan estabilidad a la pelvis, pero las nalgas en un bamboleo sin control nos hacen volar. Los glúteos funcionan para extender las piernas, pero las nalgas sirven como dos arzones para el jinete que cabalga entre dos piernas abiertas y flexibles que sólo se estiran al cruzar la meta. Los glúteos fuertes son indispensables para correr rápido, pero con unas nalgas firmes a nadie le preocupa la velocidad a la hora de correrse.

 

4. Tenemos cuatro cuerdas vocales. Dos de ellas son responsables de los sonidos que emitimos. Las cuerdas de los hombres miden entre 17 y 25 milímetros, las cuerdas de las mujeres son más pequeñas, miden entre 12 y 17 milímetros. El tamaño influye en el tono más grave o más agudo de cada persona. Este dato es frío, pero cambia de temperatura si hablamos de la habilidad de la voz en el juego de seducción. Ellos bajan su tono grave para enamorar, ellas gimen con agudeza para hacerlos sentir bien. Entonces las cuerdas vocales no sólo son pliegues en nuestra laringe, se convierten en cómplices y a veces farsantes a la hora de mencionar lo necesario para coger. Les debemos reconocer que en su momento más humano, las cuerdas vocales son sinceras cuando dicen más, más, ¡ya!… Te amo.

 

 

5. Nos han dicho que la ropa interior es un artículo de higiene que sirve para contener secreciones del cuerpo y no manchar con ellas nuestra ropa exterior; que también se usa para proteger nuestras partes íntimas. Yo tengo otra descripción. Los calzones femeninos son el telón que oculta un espectáculo multidisciplinario, en ocasiones multiorgásmico. Las pantaletas de una mujer pueden ser grandes o diminutas, pero siempre se quedarán cortas ante el tamaño de las fantasías que provocan. La naturaleza creó el algodón y el hombre lo usó para diseñar ese puente al paraíso, breve y suave sendero a la tierra prometida, a nuestro origen, al lugar donde siempre queremos volver. Tal vez el encaje no es lo más cómodo, pero al sexo le divierten las incomodidades. Dicen que los calzones se hicieron para esconder el sudor, el semen o la lubricación vaginal. En otras palabras, las bragas son cárceles misteriosas que todos disfrutamos corromper, no importando aquello que se escape. La tanga viene del taparrabo, fue reinventada en Brasil, pero hoy su objetivo no es cubrir, la tanga tiene un doble juego, a veces prefiere ser discreta y no asomarse, en otras ocasiones lejos de tapar busca acentuar. Sí, la ropa interior es una tela perversa que debemos hacer a un lado.

 

No quiero imponer estas ideas ni cambiar las establecidas, pero si el sexo está en todos lados, en un momento de ocio cojamos un minuto o más, para explicar el mundo con un orgasmo como punto de vista. Difícil de Creer.