De mercenario a medallista olímpico

El nadador paraolímpico español que estuvo sentenciado a 84 años de cárcel por terrorismo

Es uno de los atletas con más medallas en la historia de los Juegos Paraolímpicos y posee varios récords mundiales por sus actuaciones en la piscina; sin embargo, su historia es también la de un hombre que pasó de la más completa oscuridad a la gloria mundial.
Nació en Cádiz, Andalucía, España. En 1985 era un miembro activo del Grapo, un grupo armando de extrema izquierda que era considerado una organización terrorista por la Unión Europea. A los 26 años fue sentenciado a 84 años de prisión por participar en varios atentados con explosivos y por el asesinato del empresario Rafael Padura.
Su vida comenzó a dar un giro de 180 grados comenzando la década de los 90 cuando buscaba que todos los miembros de la organización purgaran su condena en la misma cárcel. Después de haber recorrido varias prisiones, Rodriguez comenzó una huelga de hambre que, con interrupciones, duró un año y medio y que le costó sufrir una paraplejía que lo dejaría en silla de ruedas el resto de su vida.
En 1994 fue liberado gracias a que en España existe una ley que impide que personas con enfermedades graves estén en prisión y en 2007, consiguió el indulto del gobierno cuando era ya un multicampeón paraolímpico y un orgullo del deporte español.
Su historia es un ejemplo de superación personal y de cómo el deporte puede transformar la vida de las personas.