#DifícilDeCreer: Damas juguetonas

Los artículos sexuales representan un negocio multimillonario del cual las mujeres son parte activa. Hay desde las que no salen de viaje sin su arsenal de placer, hasta las que lo llevan colgado del cuello para echar mano de él cuando haga falta.

Por Sergio Sepúlveda (@SERGESEPULVEDA)

Los hombres continuamente hablamos de sexo, eso no es ningún secreto. La mayoría de las veces las charlas se enfocan a las curvas evidentes y apetitosas de alguna mujer famosa o no, guapa o no, soltera o no, conocida o no, joven o no, basta con que sea una dama atractiva para que en algún momento sea tema central de un grupo de caballeros, que en esos momentos nos expresamos como machos.

Esas pláticas las disfruto como todos, pero confieso que para mí es más divertido escuchar cuando alguna mujer habla de sus andanzas sexuales.
La última vez que tuve ese privilegio fue en la oficina, en algún espacio de horas nalga. Arely platicaba que la habían invitado a una despedida de soltera. Lo chistoso fue que cuando la convocaron, la amiga que le habló le pidió que llevara sus juguetes sexuales, específicamente sus vibradores. Arely, un poco abochornada, preguntó “ ¿Y si no tengo?”, del otro lado del teléfono su amiga se rió y le dijo “tú tráelos”.

Cuando llegó el día, Arely acudió a la despedida de soltera sin nada en las manos. En el lugar hubo muchos vibradores y ella se limitó a preguntar: “¿en serio, todas tienen?”. Una sonora carcajada fue la respuesta de un grupo de hembras que forman parte del 44 % de mujeres que ha disfrutado de algún tipo de juguete erótico en algún momento de su vida. Es decir, casi la mitad de las mujeres tiene diversión a la mano. Mi amiga al parecer forma parte de la otra mitad.

Pero así como ella es discreta en el uso de estos artilugios, mi amiga Alessandra es más deshinibida y compra todo lo que pueda maximizar un orgasmo. En cuanto a vibradores tiene para su casa y de viaje. Me contó que en una ocasión salió de prisa al aeropuerto y en su maleta de mano echó algunos de sus juguetitos. No contaba con que llamarían demasiado la atención del inspector de aduana del aeropuerto, quien le pidió que abriera su bolsa para ver esos objetos extraños. Alessandra literalmente se apenó y sacó tres vibradores que llevaba. El guardia con cierta incomodidad sólo pudo preguntar: “¿son suyos o son para vender?”. Alessandra aceptó con picardía que eran para su uso personal. Él ya no preguntó más, ella se fue con el placer sin pagar impuestos.

Me confiaron otra historia similar. A punto de entrar a la casa de un reality show, una participante entregó su maleta para que el equipo de producción del programa la revisara, pues no estaba permitido introducir cualquier cosa. Así, se percataron de que la chica llevaba un kit personal de vibradores que le fue retirado. Ella protestó porque sintió que atentaban contra su intimidad. Como sucede con ese tipo de programas, cuando acabó su participación la joven recuperó sus cosas.

Estas tres anécdotas confirman las cifras que señalan que los juguetes sexuales no sólo producen orgasmos, también mucho dinero. Más de 15 mil millones de dólares por la venta de juguetes íntimos se generan cada año. Lo que más se compra es el vibrador, inventado en 1880 por el médico Joseph Granville para curar la histeria femenina; en segundo lugar se comercializa el dildo, que se llama así porque tomó el nombre de un instrumento náutico que tenia la misma forma que los consoladores sexuales y se introducía en un orificio para asegurar el remo de una embarcación, en la antigua Grecia les llamaban olisbos; en tercer lugar de consumo están los lubricantes, siguen las bolas anales que se inventaron 500 años antes Cristo para que las amantes se estimularan y así cuando llegaba el emperador las penetraba sin preámbulo; siguen en la lista los anillos para el pene hechos en China 1200 años antes de Cristo con el objetivo de lograr erecciones más fuertes. Los primeros anillos fueron hechos con ojos de cabra a los que se les dejaban intactas las pestañas que generaban más placer con el roce.

Si seguimos revisando el ranking de los juguetes sexuales más vendidos encontramos: vaginas de caucho, vendajes para los ojos, plumas, esposas, arneses y correas para el pene y otras cosas.

Conclusión: La próxima vez que te inviten a una fiesta y te pidan que lleves tu arsenal, no te sonrojes, no serás la única persona, o si en tu maleta de mano guardas tus juguetes sólo asegúrate de quitarles las pilas, pues lo que será molesto es que se activen por accidente, y si quieres pasarlos de contrabando lleva uno discreto como el vibrador crave que tiene la forma de un pequeño clavo que se cuelga como dije y se recarga en un puerto usb.

Damas juguetonas, machos que quieren jugar. Difícil de Creer.